Las mujeres: entre el ácido y la esclavitud La violencia contra la mujer está presente en todo el mundo. En Bangladesh, la mujer relegada a un papel de ciudadana de segunda clase, es objeto de una constante discriminación desde que nace. Diariamente, una mujer es víctima de algún acto de violencia, como la costumbre de arrojarles ácido en el rostro o de ser traficada como esclava. Cada día, en Bangladesh, una mujer queda marcada para siempre por las quemaduras con ácido provocadas por sus esposos, familiares políticos o enemigos de sus familias.Maridos irritados porque la esposa no aportó la dote pactada, o novios despechados, recurren a rociar con ácido sulfúrico el rostro de las mujeres. Los victimarios rara vez son detenidos; si lo son, suelen ser absueltos gracias al soborno. En caso de resultar condenados, suelen pagar una multa de cuatro o cinco dólares. Casi todas sobreviven a las quemaduras, ya que tradicionalmente se les arroja el ácido en el rostro, con el fin de estigmatizarlas. Cada vez más ataques En 1997 se creó en Dhaka, la rganización de Sobrevivientes al Ácido que cuenta con un albergue, un área de atención hospitalaria y consejería. La asociación también realiza un programa de prevención que consiste en advertir a la población que arrojar ácido a una mujer es un delito castigado con la pena de muerte. Sin embargo, la Organización no ha logrado que se implementen los castigos: desde enero de ese año, hasta junio de 1998, sin embargo, según una a encuesta realizada por el Instituto Nacional de Salud Mental en Dhaka indicó que 88 por ciento de los acusados en casos de violación fueron absueltos por falta de evidencias suficientes. Nazmul Ahsan, profesor asociado de la Escuela de Medicina de Dhaka, quien encabezó la encuesta, señaló que el 12% restante lograron sentencias leves, y volvieron a cometer delitos sexuales una vez fuera de custodia. Según el ministro del Interior, Rafiqual Islam, unos 2.300 casos de violación fueron denunciados en estaciones de policía en todo el país. Esta cifra, por entonces alarmante, era sin embargo mucho menor que la que denunciaban activistas y grupos de mujeres, ya que muchas víctimas no denuncian el delito a causa del estigma social que implica. Al presente, los casos de ataques con ácido sólo han ido acrecentándose. Según registros policiales en el transcurso del año 2001 hubo 13.339 casos de violencia doméstica, mientras que en el año 1995 se habían dado 2.048. eEntre los años 2000 y 2002 el uso de ácido aumentó un 50% en Bangladesh. Asimismo, a lo largo del año 2002 fueron dencunciados 3.189 casos de violación - cuarenta y nueve casos más que el año anterior - y de mujeres y niños torturados hasta la muerte. Hoy día, se ha llegado a la cifra de un ataque por día. Los ataques con ácido son una forma de venganza que tiene consecuencias traumáticas en las víctimas.A pesar de los intentos del Gobierno por evitar la venta de ácido sulfúrico, el uso de esta "arma" se ve fomentado por el bajo precio del ácido, un bote cuesta 1 dólar y la posibilidad de adquirirlo en garajes, talleres, gasolineras o industrias textiles, o vaciando el ácido de la batería del coche. Lagunas legales Hasta el momento, sólo uno de los acusados por este tipo de crímenes ha sido sentenciado. Los ataques con ácido sulfúrico son una forma de venganza que tiene consecuencias traumáticas en las víctimas. Para las mujeres, sobrevivir al ácido requiere mucha fuerza psicológica, ya que deben asumir su deformidad y en algunos casos ceguera. Además de las marcas físicas deben asumir el estigma de la comunidad que las rechaza bajo la inocente creencia de que algo hicieron para merecerlo. Esta forma de violencia hacia las mujeres, no denunciada durante años. En este último país también se queman mujeres "deshonradas" en hogueras, práctica que de manera semejante se realiza en la ex república soviética de Uzbekistán. También las violaciones a mujeres son un flagelo que no encuentra sanción penal en Bangladesh a causa de lagunas legales, en particular las dificultades de presentar evidencias del delito, destacan expertos en este país asiático. Discriminación Los casos de violación están considerados en la Ley de Represión de Mujeres y Niños de 1995, que prevé la pena de muerte, cadena perpetua y multas para los atacantes, pero frente al crecimiento de los casos de violencia doméstica , en 2002 la Primera Ministra, Khaleda Zia, propuso dos leyes adicionales a las ya existentes - pero que no han entrado en vigor- para tratar de revertir la curva. A lo largo del año 2001 fueron arrestados 2.343 personas por violencia doméstica; un año después, ninguna persona había recibido castigo al día de hoy. Por su parte, la actual primera ministra Sheikh Hasina Wajed aseguró, el pasado mes de julio, que grupos que luchan en pro de los derechos humanos que enmendará la ley para asegurar que las víctimas reciban una compensación, en respuesta a llamados para una acción más estricta contra los violadores. La mujer, relegada a un papel de ciudadana de segunda clase, es objeto de una constante discriminación desde que nace, estando sometida a su familia hasta que se casa, cuando pasa a depender de su marido. Pero, a pesar de no contar con las mismas oportunidades el índice de analfabetismo de la mujer es del 74% frente al 50% del hombre-, la mujer ocupa el 75% de los puestos de trabajo en las fábricas de confección, a su vez, realiza la mitad de las tareas agrícolas y desempeña un papel fundamental en el sector servicios. Sin embargo, la desigualdad laboral es otro claro ejemplo de marginación, ya que los ingresos medios de las mujeres están por debajo de la mitad del salario de los hombres. Esclavitud Con una economía basada en la producción agrícola, la mitad - femenina - de la población de Bangladesh ha sido relegada de la principal corriente de desarrollo. Frente a esta situación hay quienes creen que para que se logren cambios significativos, es necesario que la mujer ocupe un rol más importante en la escena. Polli Sree es una organización no gubernamental liderada por mujeres que ha trabajado en Bangladesh desde hace 10 años organizando grupos comunitarios, procurando mejorar las condiciones económicas, la salud y la educación de los individuos. Los programas desarrollados por Polli Sree tienden a concientizar acerca de las cuestiones de género, así como también atribuir más poder a mujeres pobres y niñas, a través de un aumento en sus conocimientos y aptitudes, y otorgándoles mejor acceso a la ayuda financiera. Mujeres y niños están viviendo en situación de esclavitud inhumana en el país. Se calcula que, cada año, entre 5 mil y 6 mil mujeres y niños son traficados principalmente desde las zonas rurales a las ciudades, a India y Pakistán. Representantes de Caritas Bangladesh sostuvieron en abril de 2003 que en general el tráfico de esclavos, cuya organización está vinculada con el narcotráfico y el tráfico de armas, tiene cercana conexión con líderes políticos. Mujeres muy pobres, niños y mujeres que han sido estigmatizados luego de una ruptura matrimonial o de un embarazo fuera del matrimonio, son las principales víctimas del negocio de esclavos.
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