La costumbre de desposar a la fuerza a pakistaníes europeas Cientos de adolescentes europeas de origen pakistaní son forzadas a casarse en Pakistán. Según críticos, la práctica está en ascenso y se trataría de una respuesta a la hostilidad que la llamada "guerra al terror" ha desencadenado sobre los musulmanes que habitan en Occidente. Activistas en pro de los derechos humanos afirman que, sólo en el año 2002, 250 muchachas de nacionalidad europea y origen pakistaní, fueron llevadas a Pakistán y forzadas a casarse con parientes. La mayoría de estos matrimonios involucra a adolescentes británicas, pero también las hay noruegas, holandesas e irlandesas, según especificó la publicación Christian Science Monitor. Si bien la costumbre del matrimonio no es nueva, según activistas está en alce. Zia Awan, director de Madadgaar, una ONG que provee asistencia legal y asistencia en casos de crisis para mujeres en Karachi, señaló que "se está presenciando un regreso extremista al Islam, sobre todo entre los pakistaníes que viven en el extranjeros ... quienes perciben las políticas occidentales en su combate al terrorismo como actos de directa hostilidad hacia los musulmanes que viven en Occidente". Según Awan, el incremento en los matrimonios forzados se da en respuesta, en buena medida, a esta percecpción de hostilidad. Hay, sin embargo, otras interpretaciones, como la de Anis Ahmed, profesor de religión comparada en el Instituto de Politología de Islamabad, quien señala que el "Islam no es una religión de extremismo ni coerción ... ni tolera estas prácticas". Agregó Ahmed que existe una diferencia en el lo social y en el ethos cultural entre la civilización de Oriente y la de Oeste. "Aquí (en Oriente) las jóvenes deben tomar en consideración a sus familias y parientes al casarse, ya que no se trata de la decisión de una sola persona". Algunas mujeres han tratado de desafiar sus matrimonios forzados, pero el resultado ha sido trágico. Por ejemplo, en 1998, Rukhsana Naz, una joven británica cuya familia provenía de Pakistán, se negó a permanecer en Pakistán y en el matrimonio que se le había arreglado a los 16 años y, como castigo, su hermano, con asistencia de la madre de ambos, la estranguló en Gran Bretaña, causándole la muerte. Los homicidas fueron condenados, en Gran Bretaña, a cadena perpetua y el incidente puso en el tapete la práctica de los matrimonios forzados y llevó a la coordinación de autoridades pakistaníes y británicas para asistir a las víctimas de matrimonios forzados. Esta acción coordinada ha ayudado a muchas mujeres a escapar de las decisiones de sus padres. Por ejemplo en el caso de la británica Neelum Aziz, quien en 2002, en su primera visita en Cachemira, fue notificada de que se había arreglado su matrimonio. Tras que ella se negara a contraer matrimonio con un primo, su padre le quitó su pasaporte, dinero y pertenencias y la encerró en su dormitorio. La coordinación entre las autoridades de Londres e Islamabad logró que, finalmente, la semana pasada, Aziz pudiera regresar a Gran Bretaña. |
Instituto del Tercer Mundo - Guía del Mundo Juan D. Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay Phone: ++598 (2) 419 6192; Fax: ++598 (2) 411 9222 mail: guiatmchasque.net
|