La estrategia diplomática de la Unión Europea apunta a sacar a Irán de su posicionamiento dentro del "eje del mal" (según lo concibe el gobierno de la Casa Blanca) y restablecer paulatinamente su imagen en la comunidad internacional.

 

16/11/2004
Irán-Política internacional
Pausa al enriquecimiento de uranio

Luego de intensas negociaciones con Francia, Alemania y Gran Bretaña, finalmente Irán aceptó suspender las actividades de enriquecimiento de uranio, aunque aclaró que se trata de una decisión soberana que no conlleva compromiso alguno.

El gobierno iraní, tras arduas negociaciones con París, Berlín y Londres, suspendió las actividades de enriquecimiento de uranio, aclarando que es una decisión que no conlleva ningún tipo de compromiso, sino que es una decisión soberana.

Según el gobierno alemán, el acuerdo todavía no es definitivo; aún quedan "detalles técnicos" que aclarar. Por otra parte, distintos analistas internacionales señalaron que la decisión iraní de suspender el enriquecimiento de uranio demuestra que la vía de negociación a sido fructífera.

Un artículo publicado en Argenpress señala que no fue fácil convencer a Teherán. Alemania, Francia y Gran Bretaña tuvieron que echar todo su peso político a la balanza, combinando la presión con la oferta de un programa de cooperación atractivo para Irán, señala el medio.

Teherán insiste en que su postura no significó doblegarse a los dictados extranjeros. Por esto subraya que ha optado libremente por suspender en forma indefinida su programa de enriquecimiento de uranio, así como, las actividades relacionadas y que se trata únicamente de una medida de buena voluntad, para convencer a la comunidad internacional de que sus intenciones son pacíficas.

Por otra parte, sigue en funcionamiento el resto del programa nuclear. Continúan vigentes los planes de construir seis plantas atómicas en los próximos años. Para eso, según la cadena de prensa alemana Deustche Welle, no habría problema, siempre y cuando no se rompa el tabú del uranio enriquecido, que inquieta a varios países, como Israel y Estados Unidos, que atribuyen desde hace tiempo a Irán la intención de construir bombas atómicas. De respetarse esa condición, Irán podría llegar a contar con ayuda para el sector energético desde Europa.

El acuerdo sería sólo el primer capítulo de una cooperación mucho más amplia entre Irán y Europa. Eso es, al menos, lo que esperan Berlín, París y Londres, que han ofrecido proporcionar insumos para los reactores iraníes. El paquete de ofertas incluye también apoyar el ingreso de Irán a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y finalmente un "generoso" acuerdo comercial con la Unión Europea, supeditado, eso sí, a que haya acercamiento en asuntos como los derechos humanos, el terrorismo y las diferencias con Israel.

La estrategia diplomática de la Unión Europea apunta a sacar a Irán de su posicionamiento dentro del "eje del mal" (según lo concibe el gobierno de la Casa Blanca) y restablecer paulatinamente su imagen en la comunidad internacional. Ahora se ha logrado dar un primer paso, si bien la suspensión del enriquecimiento de uranio no tiene carácter definitivo.

Según los analistas de Deustche Welle, lo determinante será que Estados Unidos respalde la política europea y contribuya a cimentar este logro que, por lo pronto, evitaría el enfrentamiento en la próxima conferencia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y la derivación del problema al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.




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