Prostitución infantil-Centroamérica Centroamérica: cuna de la prostitución infantil Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, se calcula que más de dos millones de niños y niñas, en todo el mundo, son víctimas de la millonaria industria de la explotación sexual. En todo el mundo, se calcula que más de dos millones de niños y niñas son víctimas de la millonaria industria de la explotación sexual, según indican datos de el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). La organización estima que dicha industria moviliza más de 12.000 millones de dólares al año y harían falta 15.000 millones para combatirla efectivamente. En Centroamérica, la prostitución infantil funciona bajo las estructuras del crimen organizado, que cuenta con redes internacionales de pornografía que trafican con niños. La situación se hizo de conocimiento público en 1990, y cada año se torna más evidente. Distintos estudios de UNICEF señalan que en Centroamérica funcionan varios puntos de venta de servicios sexuales infantiles. Por ejemplo, por la frontera entre México y Guatemala pasan grandes cantidades de niños centroamericanos ilegalmente, víctimas fáciles de adultos que los inducen y, en muchos casos, obligan a prostituirse. De todas maneras, es sabido que el comercio sexual de menores se práctica en cualquier país, en las zonas más céntricas y estratégicas, como son centros turísticos, puertos, parques, hoteles, burdeles y populosas calles. UNICEF explica que personas jubiladas, expatriadas estadounidenses, europeos y de otras partes del planeta se instalan en Centroamérica para hacer uso de los servicios sexuales de niños y niñas. Según señala UNICEF: "si hay quienes demanden y se sirvan de niños prostituidos, habrá quienes se quieran enriquecer a costa de los pequeños carentes de capacidad y poder para decidir sobre sus vidas y defenderse de sus agresores". En 1997, UNICEF calculó que en el mundo existían unos 100 millones de niños en las calles, 40 millones de estos en las urbes de Latinoamérica. Asimismo, el organismo estimó que aproximadamente 10 millones eran centroamericanos de hasta 18 años, que vendían sus cuerpos por dinero. Un sondeo realizado por la dependencia de Naciones Unidas (ONU) aseveró que cerca del 70% de los pequeños explotados tienen una o dos parejas por día, el 4,2 tres o cuatro relaciones y el 25,1% más de cuatro diarias. La investigación mostró que el 93% ha sufrido alguna vez enfermedades de transmisión sexual; 78,3 herpes genital, 78 gonorrea, 46,6 papilomatosis, 27,3 tricomoniasis vaginal, 13,3 sífilis y 11,7% sarna. Por otra parte, el 100% de los niños usan solventes, como el pegamento, como su droga preferida, el 96,5 son narcodependientes perennes y el 3,5 por ciento semanales. El estudio da cuenta de que el 100% de ellos fue abusado sexualmente en algún momento de su vida, más del 53 por un miembro de la familia, 5,9 por amigos, 2,7 por vecinos y 46 por ciento por desconocidos. El 64,1 por ciento de las niñas dijo que la primera persona con la que tuvieron relaciones sexuales fue con su padre o madre, 10,2 un tío o un hermano, 2,6 amigos y 5,1 por el novio. Por lo general, un menor que ha caído en una red de prostitución infantil nunca, o casi nunca, puede salir de ella porque es amenazado, golpeado y torturado si intenta escapar, señala el estudio. Causas y consecuencias Según UNICEF, la prostitución infantil tiene diferentes orígenes, tales como la desintegración familiar y las violaciones sexuales, casi siempre a manos de familiares cercanos a ellos. También, existen otros factores como la pobreza y la condición de dependencia del género femenino, que hace que en algunas culturas se rechace y se valore menos a las niñas. La migración, que vuelve a los menores más indefensos ante el medio, y la creciente demanda del servicio que, por ende, genera crecientes ganancias. Un denominador común es para las niñas de las calles, la violencia intrafamiliar en la primera infancia, la desintegración del hogar, la fuga a temprana edad del seno familiar, la adicción a drogas ilegales y legales de los padres o tutores y el ejercicio de la prostitución de la madre. Los efectos de la prostitución infantil recaen directamente sobre las mismas víctimas. Hay consecuencias presentes como la adicción a las drogas, embarazos prematuros e indeseados, enfermedades de transmisión sexual y trastornos en el desarrollo físico y mental del infante. Se genera un círculo vicioso en el que los actualmente explotados serán los explotadores del futuro, en su mayoría, hombres y mujeres que no podrán disfrutar de una familia normal, del sexo sano y del amor. |
Instituto del Tercer Mundo - Guía del Mundo Juan D. Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay Phone: ++598 (2) 419 6192; Fax: ++598 (2) 411 9222 mail: guiatmchasque.net
|