Un informe de Amnistía Internacional (AI), señala que las mujeres colombianas se han convertido en "objetivo militar" y principales víctimas del conflicto armado que tiene más de 40 años en el país.

 

07/10/2004
Colombia-Derechos humanos
Mujeres: objetivo militar

Las mujeres colombianas se han convertido en "objetivo militar" y víctimas del conflicto armado en el cual son violadas, mutiladas y en algunos casos asesinadas. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, al menos el 60% de las mujeres en Colombia ha padecido algún tipo de violencia (maltrato físico, psíquico o sexual).

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 60% de las mujeres colombianas, al menos, han sufrido algún tipo de violencia (maltrato físico, sexual o psíquico), a su vez, el número de mujeres asesinadas en las zonas de conflicto, sin participar en él, ha aumentado 20% anualmente desde 2000. Las mujeres son violadas, mutiladas y en algunos casos asesinadas.

Un informe de Amnistía Internacional (AI), señala que las mujeres colombianas se han convertido en "objetivo militar" y principales víctimas del conflicto armado que tiene más de 40 años en el país. AI denuncia que "las mujeres son objetivo de los distintos grupos armados por diversas razones: por transgredir roles de género o desafiar prohibiciones impuestas por los grupos armados, o por ser consideradas un blanco útil a través del cual humillar al enemigo".

El informe titulado "Cuerpos marcados, crímenes silenciados", fue presentado por Susan Lee, directora para América Latina de AI, en el mismo se señala que "paramilitares y guerrilleros han secuestrado a mujeres para que presten servicios sexuales a sus mandos y han reclutado a mujeres y niñas de las que posteriormente sus compañeros han abusado sexualmente". A esto, la organización internacional agrega que "los grupos guerrilleros han obligado a las combatientes a abortar y utilizar métodos anticonceptivos".

Otra parte del informe muestra que los grupos guerrilleros y paramilitares, "apoyados por el ejército, han intentado controlar los aspectos más íntimos de la vida de las mujeres imponiendo normas invasivas, interviniendo en conflictos familiares y comunitarios e infligiendo castigos como la violación, la mutilación sexual y la flagelación".

"Estas normas se basan en estereotipos de género muy arraigados culturalmente, y por tanto también las lesbianas, los homosexuales y los presuntos portadores del VIH o enfermos de SIDA son objeto de los paramilitares y la guerrilla", indica el documento.

AI señala que lo más preocupante es que dicha situación se presenta ante la indiferencia de las autoridades y de la población en general, por considerar que estos asuntos deben manejarse en el ámbito privado, una práctica que "contra toda lógica, avergüenza al sobreviviente y no al perpetrador de los crímenes".

El informe concluye que "la violencia sexual contra las mujeres en el marco del conflicto armado ha continuado permaneciendo oculto tras un muro de silencio fomentado por la discriminación y la impunidad".

A su vez, agrega que "todos los bandos del conflicto han declarado a las mujeres "objetivos militares" por relacionarse o confraternizar con los que consideran el adversario. Las mujeres y las adolescentes son vigiladas regularmente para asegurarse su obediencia y a veces se usa la violación como castigo a las interesadas y advertencia general a la población femenina".




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