Floridalma Contreras, del Área de la Mujer del Centro para
la Acción legal en Derechos Humanos (CALDH) indicó
que hay unas 86 empresas reincidentes en cometer faltas contra
sus empleados, "pero debido a la actual situación
existe gran impunidad, y los empresarios prefieren pagar las multas".
El CALDH ofrece apoyo a decenas de trabajadoras y prepara un programa
para capacitar a los supervisores de las maquilas.

 

21/04/2004
Maquilas-Guatemala
Derechos laborales

El Ministerio de Trabajo de Guatemala recibió 255 denuncias de trabajadoras de las maquilas en los primeros dos meses de 2004. Amenazas, acosos, malos tratos, explotación, no pago de bonos o aguinaldos son algunas de las situaciones que deben soportar las trabajadoras. En muchos casos las mujeres son obligadas a trabajar más de 10 horas al día, los siete días de la semana, por unos 87 dólares quincenales.

Con la expansión del sector de ensamblaje para la exportación, miles de mujeres, que de otra forma habrían quedado desempleadas o trabajando como domésticas, buscan trabajo en las maquilas. Aproximadamente 80% de los 80 mil trabajadores de las empresas maquiladoras instaladas en Guatemala son mujeres.


En los dos primeros meses de 2004 la Oficina de Inspección del Ministerio de Trabajo de Guatemala ha recibido 255 denuncias de trabajadoras contra las maquilas, 50 más que en el mismo período de 2003. Gran parte de las denuncias son por despedir a mujeres embarazadas o en período de lactancia. A su vez, las trabajadoras deben soportar situaciones diarias de acoso, amenazas, malos tratos, explotación, así como el no pago de bonos o aguinaldos.


En muchos casos las mujeres que desean conservar su trabajo deben trabajar más de 10 horas al día, los siete días de la semana, por un salario promedio de 87 dólares por quincena. Por otra parte, algunas empresas "maquileras" cuentan con numerosas quejas en sus expedientes, pero las sanciones a las que deben hacer frente nunca son superiores a los 650 dólares, lo cual, según Mujeres hoy, no supone ningún impedimento para que los propietarios continúen con los malos tratos.


Floridalma Contreras, del Área de la Mujer del Centro para la Acción legal en Derechos Humanos (CALDH) indicó que hay unas 86 empresas reincidentes en cometer faltas contra sus empleados, "pero debido a la actual situación existe gran impunidad, y los empresarios prefieren pagar las multas". El CALDH ofrece apoyo a decenas de trabajadoras y prepara un programa para capacitar a los supervisores de las maquilas.


"Les obligan a trabajar horas extra que muchas veces no les pagan, aguantan malos tratos y no lo denuncian, porque creen que no servirá de nada”, indica Contreras, de CALDH. “Antes yo era ignorante y decía a todo que sí. Ahora sé que no tengo que aguantar, que tengo derechos y me tienen que respetar”, dice María Pérez, una de las participantes en el programa.


Por su parte, LaShawn R. Jefferson, Directora de la División de Derechos de la Mujer de Human Rights Watch (HRW), aseguró que las leyes del país tienen importantes lagunas legales, y aunque para algunos casos exista la legislación, la misma no se aplica. "El gobierno de Guatemala debe mejorar su trabajo respecto a la protección de las trabajadoras. Según Jefferson, las maquilas ofrecen empleo a miles de mujeres que lo necesitan, pero aseguró que el precio a pagar por el puesto de trabajo "nunca debería sacrificar el derecho a la igualdad de toda mujer trabajadora.


El salario de las maquilas no cubre más del 60% del costo de la canasta básica, según un estudio realizado por la organización Oxfam Internacional. El estudio señala que el aporte de las maquilas al desarrollo económico del país es relativo y hasta podría considerarse negativo, si se tienen en cuenta los costos que debe asumir el país, como disminución de ingresos fiscales, sobreexplotación laboral y la sistemática violación de los derechos humanos. Sin embargo, el mismo advierte que la maquila es la parte de la industria que representa mayor espacio en el sector formal, al dar cabida a las mujeres de escasos recursos y baja calificación.


El estudio muestra la falta de estabilidad en las maquilas, se les niega la copia de los contratos a los obreros o se les falsifica la firma, se hacen cambios arbitrarios en las líneas de producción y, en general, los locales no son adecuados para el trabajo, llegándose en algunas ocasiones a trabajar en condiciones insalubres.


Las empresas

Carla Caballeros, gerente de la comisión de Vestuario y Textiles de Guatemala (VESTEX), opina que no se puede generalizar y que las empresas pertenecientes a ese gremio se ajustan a un código de conducta. “Estamos de acuerdo con que se deben hacer cumplir la ley y el Código de Trabajo, pero la justicia es lenta en estos casos”, aseguró.


A pesar del cúmulo de denuncias, la tendencia actual del Ministerio de Trabajo es mostrar afinidad hacia la conciliación antes de llegar a las sanciones, tratando de evitar que los empresarios se sientan molestos. “Si somos muy estrictos con las empresas, eso podría dar cierta inseguridad a los inversores y, por ende, afectar a los trabajadores”, indicó Edgar Sánchez, subinspector de trabajo.

Algunas cifras

A pesar de las denuncias, las condiciones laborales no mejoran.
• Hasta febrero, la inspección de Trabajo había recibido 255 denuncias de empleados de maquilas, 50 más que el año anterior. • En 2003 se tramitaron 1,716 denuncias.
• La mayoría de expedientes son por malos tratos o despido de embarazadas.
• Las multas que se impone a las maquilas no superan los 650 dólares.
• En los últimos seis años se tramitaron en Guatemala 45.196 denuncias laborales. Sólo hubo sentencia para el 26,8%, según un informe de la ONG Oxfam Internacional.





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