En el comunicado la organización islámica también asume la autoría de los ataques del 11 de marzo en Madrid, a los que calificaron como "benditos ataques", contra cuatro trenes, que causaron la muerte de alrededor de 200 personas e hirieron a otras 1.500. A su vez, se adjudican la colocación de una bomba, el pasado viernes 2, en la vía férrea del tren de alta velocidad que une Madrid con la ciudad de Sevilla.

El artefacto, encontrado y desmantelado por la policía, causó un nuevo caos en el transporte ferroviario del país, ya que se clausuraron las líneas de alta velocidad que unen Madrid con el sur del país. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) analizó el comunicado y halló similitudes con el video del grupo encontrado en una papelera después de los atentados del 11-M en el que reivindicaban los ataques.

La nota enviada a ABC, los islamistas exigen a España que se comprometa a no volver a Irak y Afganistán, así como que terminen con el apoyo a Estados Unidos y sus aliados, en su política contra el Islam y los musulmanes. La carta advierte que "si no satisfacen estas reivindicaciones os declararemos la guerra y juramos por Alá, el Altisimo y Sublime, que convertiremos vuestro país en un infierno y que haremos fluir vuestra sangre como ríos", agrega la nota.

Los servicios de inteligencia españoles creen que el objetivo del comunicado es conseguir alguna rentabilidad del atentado frustrado el pasado viernes. Los investigadores del CNI basaron esta interpretación en el escaso tiempo que se otorga para el cumplimiento de las condiciones y en la evidencia de que eran condiciones imposibles de cumplir.

El gobierno decidió incrementar su seguridad y la policía intensivo la vigilancia del metro de Madrid, donde la vigilancia siempre estuvo en manos de empresas privadas. El ministro del interior, Angél Acebes, declaró a la prensa que uno de los cinco terroristas que, el sábado 3, se inmolaron en una vivienda de la localidad madrileña de Leganés, en la que se habían atrincherado luego de ser "acorralados" por la policía, es Jamal Ahmidan, apodado El Chino, de quien se sospecha fue jefe del comando terrorista que realizó los atentados del 11-M.

Con la muerte de estos cinco activistas, el gobierno español dio por desarticulado el núcleo de la célula islámica responsable de los atentados del 11-M. A su vez, las autoridades anunciaron el lunes el arresto de dos personas vinculadas a los atentados, lo que eleva el número de sospechosos detenidos a 17.

Por otra parte, la carta anuncia la anulación del plazo de un mes que se la había concedido a España para retirar sus tropas de Irak. Dicho plazo (hasta finales de abril) estaba mencionado en una carta de amenazas, que nunca fue autentificada, entregada a la embajada española en El Cairo. "Después que el Estado español haya continuado con sus injusticias y agresiones sobre los musulmanes, con su envío de nuevas tropas a Irak y su intención de enviar más efectivos a Afganistán", indica el comunicado recibido por ABC.

En los últimos días España inició el relevo de rutina de sus tropas en Irak, sin prejuicio de la intención del próximo Gobierno de retirar todas sus fuerzas del territorio iraquí, si la ONU no ha asumido el control de dicho país el próximo 30 de junio. "Nosotros, "el Batallón de la muerte", anunciamos la anulación de la tregua anterior y damos de plazo al pueblo y al gobierno español hasta el mediodía del próximo domingo 14 de Safar de 1425 (4 de abril de 2004)", indica el comunicado que exige también el cese del apoyo español a los "enemigos de la comunidad musulmana, Estados Unidos y sus aliados.