La reforma a la Constitución fue aprobada por el 99,1% de los 2.900 delegados que participaron en el plenario anual del Gran Salón del Pueblo. Los delegados también aprobaron el presupuesto general para el 2004, que prevé un aumento del gasto militar chino en 11,6%.
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16/03/2004
China-Política
Reforma histórica
El domingo 14 de marzo, el Congreso Nacional del Pueblo de China aprobó 13 enmiendas históricas a la Constitución, garantizando el derecho inviolable a la propiedad privada y la protección de los derechos humanos. Primera reforma que concede derechos de este tipo desde 1949, cuando triunfó la revolución comunista.
El pasado domingo 14 de marzo, el Congreso Nacional del Pueblo
(Parlamento) de China, aprobó cambios históricos
a su Constitución, reconociendo por primera vez el derecho
a la propiedad privada y abriendo las puertas a la protección
de los derechos humanos.
Por primera vez, desde 1949 cuando triunfó la Revolución
China, el Congreso dejó incorporada la teoría de
"las tres representaciones", la cual abre las puertas
del Partido Comunista chino a los empresarios. La mencionada teoría
fue diseñada por el ex presidente Jiang Zemin. La nueva
Constitución obliga al Estado a "respetar y salvaguardar"
los derechos humanos.
La reforma a la Constitución fue aprobada por el 99,1%
de los 2.900 delegados que participaron en el plenario anual del
Gran Salón del Pueblo. En esa instancia también
se aprobó el presupuesto general para el año 2004,
que prevé un aumento del gasto militar chino en 11,6%.
A su vez, los delegados aprobaron por amplia mayoría el
primer informe sobre el estado de la Nación, que rindió
el primer ministro Wen Jiabao, quien asumió la jefatura
del gobierno hace un año. El informe de Jiabao fue aprobado
por 2.874 delegados.
En su informe, el premier ofreció el apoyo de su gobierno
a los campesinos chinos, que hasta ahora se han beneficiado muy
poco del auge económico que vive el país y también
anunció la abolición de los impuestos agrícolas.
El primer ministro manifestó que su gobierno buscará
un crecimiento económico más equilibrado y que incrementará
las inversiones sociales para el progreso de la gente.
Con las enmiendas aprobadas, la Constitución de la República
Popular China se ajusta más al desarrollo de la economía
de mercado, que ya está sustentada en un 50% por la empresa
privada.
En China ya existen leyes básicas de protección
a la propiedad privada, pero debido al gran incremento en el número
de personas que inician negocios y están comprando casas
y acciones empresariales, los empresarios han hecho lobby
para obtener las garantías constitucionales necesarias.
Pese a la reforma efectuada por el Parlamento, en lo que refiere
a las garantías sobre los derechos humanos, se han hecho
lugar las críticas acerca de la ausencia de menciones en
lo que refiere a las libertades políticas. El Congreso
estuvo bajo el eslogan oficial de "el pueblo primero",
dando a entender que la creciente élite política
urbana de China no podía prosperar olvidándose de
los más de 800 millones de campesinos.
Los expertos destacan que habrá que esperar al arsenal
legislativo que acompañará a la nueva Constitución
y los métodos que se utilicen para implementarlos, para
saber si los nuevos textos resultaran realmente eficaces. Las
enmiendas a la Constitución fueron aprobadas a pocos días
de la reunión en Ginebra de la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU durante la cual, según diversos medios,
China podría ser criticada.
El parlamento chino también ratificó el domingo
un objetivo de crecimiento de 7% para este año y un déficit
presupuestario de hasta 2,5% del Producto Interior Bruto (PIB),
o sea 0,4 punto menos que el año pasado. En 2003, el crecimiento
llegó a 9,1%.
Crecimiento desigual
Pese al gran incremento de la economía china en los
últimos años, más de 120 millones de chinos
viven con un dólar al día. El desequilibrio entre
las zonas urbanas y rurales del país es cada vez más
grande. De las 29 regiones que conforman China, sólo 12
tienen un ingreso per cápita anual superior a los mil dólares,
cifra considerada internacionalmente como la frontera entre la
pobreza y desarrollo medio.
En muchas zonas rurales la renta per cápita no supera los
182 euros anuales, con más de la mitad de ese ingreso en
grano. También hay 85 millones de analfabetos. Aunque los
cambios de la era de Deng Xiaoping significaron mejoras importantes,
desde mediados de los años 1990 ha habido un estancamiento
de las condiciones de vida. Aquellos cambios llevaron carreteras
desde la China más aislada a las zonas urbanas, poniendo
la primera piedra para que los campesinos practicasen una agricultura
comercial en vez de una de mera subsistencia.
Para Richard Herzfelder, vicepresidente de la consultora China
Food & Agricultural Services, "la oportunidad sólo
surge si están conectados con una ciudad importante, ya
que pueden abordar los mercados urbanos de Beijing y Shangai en
unas horas en vez de en unos días". Ello provocó
que en el pasado muchos agricultores dejasen su producción
de grano y trigo para embarcarse en cosechas de verdura, patata
y fruta, mucho más rentables.
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