Gran parte de la tala ilegal de árboles fue completamente ignorada por las autoridades y las multas cobradas por violación de los permisos eran mucho menores que los daños reales. La combinación de estas políticas gubernamentales perjudiciales significó la destrucción de aproximadamente el 70% de los bosques primarios en los 30 años transcurridos entre 1895 y 1925.
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12/03/2004
Medio ambiente-Madagascar
Madagascar: deforestación y colonialismo
El histórico problema de la deforestación en Madagascar está directamente vinculado a las políticas de los estados colonialistas, en lo que a uso de la tierra y agricultura se refiere, asegura la organización internacional World Rainforest Movement (WRM).
P>Según la organización World Rainforest Movement
(WRM), el problema histórico de la deforestación
en Madagascar se vincula directamente con las políticas
del estado colonial, en lo que respecta al uso de la tierra y
la agricultura.
El problema de la deforestación en Madagascar comenzó
en 1896 cuando la isla fue anexada a Francia como colonia .
El período que siguió a la anexión se caracterizó
por dos elementos: un ambiente político incierto y el hambre.
Muchos de los malgaches huyeron a los bosques para sobrevivir
y comenzaron a practicar el método de cultivo migratorio
para poder subsistir.
El sistema de cultivo migratorio está orientado a la eliminación
indiscriminada de los bosques mediante el sistema de roza, tumba
y quema y luego su sustitución por cultivos agrícolas;
posteriormente se abandonan las parcelas o se utiliza como pastizales
para la cría extensiva de ganado vacuno.
Desde el principio de la época colonial, la economía
nacional de Madagascar ha estado orientada a la exportación.
El principal producto de exportación es el café,
pero a su vez venden al exterior arroz y carne vacuna. En un principio
se plantó café sólo en la costa este, pero
su cultivo se expandió a toda la isla cuando se tornó
evidente que los productores podían obtener grandes ganancias.
Debido a la expansión de las plantaciones de café,
la economía de la isla se desarrolló en forma desigual.
Ya en 1911 se produjeron períodos de escasez de arroz debido
a la excesiva demanda de mano de obra en el sector cafetero, con
eso la seguridad alimentaria del país comenzó a
deteriorarse.
El arroz era también más vulnerable a los cambios
climáticos y los ciclones, que agravaban los períodos
de escasez. Campesinos que antes cultivaban arroz se trasladaron
a regiones donde podían cultivar café, cobrando
mejores salarios. Los campesinos realizaban desmontes (quema y
tala de árboles) en tierras adicionales para poder practicar
cultivos migratorios y generar alimentos suficientes para sobrevivir.
En 1909 se prohibió la práctica de los cultivos
migratorios. Con esta prohibición el estado pretendía
intentar salvar lo que quedaba de bosques en el país, y
también imponer un manejo racional de los recursos. Sin
embargo, la tierra destinada por el Estado para el cultivo de
arroz no era adecuada, debido a problemas del suelo, y por lo
tanto la política no logró resolver el problema
de la producción de arroz en Madagascar.
Los malgaches interpretaron la prohibición en forma prácticamente
opuesta a las intenciones del Estado. Consideraban el trabajo
asalariado como equivalente a la esclavitud y como consecuencia
se produjeron numerosos levantamientos. A su vez, no se atendió
la prohibición y se quemaron ilegalmente muchas hectáreas
de bosques como forma de protesta.
La prohibición convirtió la práctica del
cultivo migratorio en un símbolo de independencia y libertad
del dominio colonial. Los malgaches consideraban el cultivo migratorio
como un medio sagrado de supervivencia aprendido de sus ancestros.
El problema de la degradación de los bosques se agravó
todavía más cuando en 1921 el Estado decidió
abrir los bosques de la isla a las concesiones madereras. Muchos
consideraron irónico que el Estado permitiera la tala masiva
en las concesiones mientras aún estaba vigente la prohibición
de los cultivos migratorios.
Pero se arruinaron más tierras que las reclamadas, porque
muchos propietarios desmontaron zonas más allá de
los límites de sus concesiones. El Servicio de Bosques
no logró reglamentar las concesiones debido a la escasez
de mano de obra y a la "falta de voluntad política".
Gran parte de la tala ilegal de árboles fue completamente
ignorada por las autoridades y las multas cobradas por violación
de los permisos eran mucho menores que los daños reales.
La combinación de estas políticas gubernamentales
perjudiciales significó la destrucción de aproximadamente
el 70% de los bosques primarios en los 30 años transcurridos
entre 1895 y 1925.
A partir de 1940, la población de Madagascar aumentó
rápidamente de 4,2 millones a 9,2 millones, y se desmontaron
aproximadamente 4 millones de hectáreas de bosques durante
un período de 40 años, en comparación con
las entre 3 y 7 millones de hectáreas desmontadas durante
el período de 1900-1940. Sin embargo, gran parte de esa
deforestación estaba vinculada a las concesiones, la promoción
de las exportaciones y la falta de seguridad en la tenencia de
la tierra, más que al crecimiento de la población
en sí mismo.
WRM asegura que este proceso se puede comparar con lo sucedido
en muchas ex colonias europeas de toda la región tropical,
donde las causas históricas fundamentales de la deforestación
están vinculadas a la expropiación y explotación
de los recursos naturales en beneficio de las potencias coloniales.
La organización declara que "la mayoría de
esas colonias ahora son formalmente independientes, pero no parecen
haberse producido muchos cambios en el modelo económico
insustentable heredado del régimen colonial, que sigue
produciendo materias primas baratas y abundantes a expensas de
los pueblos y su medio ambiente, en beneficio de los países
ricos del Norte".
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