El tema es de especial interés para Colombia, donde ingresan ilegalmente un promedio de 45 mil armas de fuego cada año, entre fusiles, ametralladoras y revólveres. Por otro lado, durante el período 1998-2003, según estadísticas policiales, se incautaron 2,5 millones de proyectiles, 260.647 fusiles, aproximadamente 157 mil revólveres, 1.062 ametralladoras y subametralladoras y más de 56 mil pistolas de diversos calibres.
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08/03/2004
Tráfico de armas-Colombia
Primera Cumbre Interamericana contra el tráfico de armas
El lunes 8 de marzo comenzó en Bogotá, Colombia, la I Convención Interamericana contra la Fabricación y Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados (CIFTA). En Colombia ingresan ilegalmente un promedio de 45 mil armas de fuego (fusiles, ametralladoras y revólveres) cada año.
La I Conferencia de la Convención Interamericana contra
la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas
de Fuego, Municiones, Explosivos y otros Materiales Relacionados
(CIFTA) se inició el lunes 8 de marzo en Bogotá,
capital de Colombia. El aumento considerable de armamento en el
mercado y comercio ilegal, el notorio crecimiento del narcotráfico
que lo alimenta y el interés exclusivamente económico
y no ideológico de los grandes traficantes serán
algunos de los temas en la agenda.
Otros temas que serán abordados en la conferencia están
referidos a las proyecciones internacionales y hemisféricas
de la CIFTA en el marco de las Naciones Unidas, así como
también el desarme y desarrollo en América Latina
y el Caribe. A su vez, se tratarán asuntos relacionados
con los programas de cooperación y asistencia para el fortalecimiento
y el control y prevención del tráfico ilícito
y el "desvío" de armas de fuego.
Finalmente, se adoptará la Declaración de Bogotá
sobre el funcionamiento y aplicación de la CIFTA. Un comunicado
de la CIFTA sostiene que "la fabricación y el tráfico
ilícito de armas de fuego, municiones y explosivos constituye
un flagelo que cobra mayores dimensiones, compromete la seguridad
de los Estados de la región y pone en riesgo el bienestar
de los pueblos, su desarrollo social, económico y su derecho
a vivir en paz".
Situación en Colombia
El tema es de especial interés para Colombia, donde
ingresan ilegalmente un promedio de 45 mil armas de fuego cada
año, entre fusiles, ametralladoras y revólveres.
Según datos del gobierno colombiano, el canje de drogas
por armas es el método más usado actualmente por
los grupos armados ilegales con traficantes de Centroamérica,
Puerto Rico y Panamá.
La cifra de 45 mil armas casi triplica la media registrada en
la década pasada, que promediaba 17 mil armas al año.
Las razones de tal incremento parecen ser la consolidación
del proyecto paramilitar, el avance de la guerrilla y, por sobre
todo, la expansión del circuito del narcotráfico
(cultivos, laboratorios y exportación ilegal).
Durante el período 1998-2003, según estadísticas
policiales, se incautaron 2,5 millones de proyectiles, 260.647
fusiles, aproximadamente 157 mil revólveres, 1.062 ametralladoras
y subametralladoras y más de 56 mil pistolas de diversos
calibres. El flujo continuo de arsenales convirtió al conflicto
armado colombiano, desde hace dos años, en el principal
destino de los arsenales y municiones que ofrecen traficantes
de países como Bulgaria, Bélgica, República
Checa, Portugal, en Europa, y Estados Unidos, Nicaragua, El Salvador,
Panamá, Perú y Venezuela en América.
Informes de los servicios de inteligencia colombiana indican que
colombianos residentes en otros países del mundo compran
armas (para ensamblar) y las envían vía aérea
o marítima, bajo manifiestos de aduana en los que se declaran
mercancías diversas.
Las autoridades han recibido varias alertas acerca del arribo
de arsenales ocultos en contenedores y camuflados como repuestos
para maquinaria pesada y tapicería, o envíos de
pequeñas cantidades de armas utilizando empresas de aeromensajería
y encomiendas.
Las investigaciones muestran que los grupos armados se aprovechan
de los tratados de libre comercio con países vecinos, así
como de la flexibilidad de la legislación de Estados Unidos
para adquirir fusiles y armas cortas para equipar a sus fuerzas
armadas. De aquí se desprende la estimación de las
autoridades colombianas de que el 80% de las armas que están
en manos de los grupos armados y los delincuentes son de fabricación
estadounidense.
Los informes del gobierno concluyen que el narcotráfico
les permitirá, tanto a grupos armados ilegales como a traficantes,
adquirir arsenales más sofisticados que llevarán
cada vez más a una intensificación y agravamiento
del conflicto. Las autoridades colombianas estiman que el tráfico
de armas es el problema que más incide en la seguridad
de la región, debido a que por su carácter de ilegales
éstas quedan fuera del control de los gobiernos y estados.
Por su parte el diario ecuatoriano La
Hora, señaló que los kilómetros de
frontera entre Ecuador y Colombia es una de las rutas más
utilizadas para el tráfico de armas hacia el último
país durante varios años. También reveló
que ingresan ilegalmente por estas fronteras dinamita y precursores
químicos para el procesado de cocaína.
El material bélico se transporta en camiones y vehículos
de servicio público, acondicionados previamente, y en bultos
de alimentos como papa, yuca y plátano, o enlatados. Muchos
de estos cargamentos ingresan por la ruta Panamericana hacia el
interior de Colombia, manifestó el medio de prensa.
El tráfico, la CIA, Montesinos y las FARC
Según el Diario del Pueblo, la Agencia Central
de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) habría apoyado
al ex jefe de inteligencia peruana, Vladimiro Montesinos, en el
tráfico de armas para las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC).
El procurador del Estado peruano, Ronald Gamarra, expresó
el pasado 20 de enero al diario peruano El Comercio que
Montesinos contó con el apoyo de la CIA. Gamarra argumentó
que su conclusión se basa en dos años de investigaciones
realizadas en Perú y en el extranjero, en la recopilación
de miles de documentos y fotografías, y en los interrogatorios
de los principales protagonistas de ese escándalo internacional.
A su vez, Gamarra indicó que las declaraciones del libanés
Serkis Soghanalian, socio del reino jordano y el único
autorizado para vender armamento excedente del ejército
de ese país de Medio Oriente, quien afirmó que la
compra de fusiles por parte de las FARC era de conocimiento de
la CIA.
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