El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, dijo que se llegó a la conclusión de que es inmensamente importante que Argentina cumpla sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que proceda con las reformas que se comprometió a realizar. "Estamos llevando adelante un diálogo constructivo con los acreedores y estamos haciendo todos los esfuerzos para que la negociación prospere, pero debe quedar en claro que ofertamos lo que debemos pagar", declaró el jefe del Gabinete argentino, Alberto Fernández.
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11/02/2004
Economía-Argentina-G-7
¡A hacer los deberes!
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, "aconsejó", como vocero del G-7, a la Argentina que "negocie constructivamente" con sus acreedores y adopte las políticas que acordó con los organismos multilaterales de crédito. El gobierno de Néstor Kirchner dice que las presiones del G-7 "no cambian mucho las cosas". A su vez, agregó que no se aceptarán presiones ni intimaciones.
El pasado sábado 7, el G-7 intimó a el gobierno
argentino a que "negocie constructivamente" con sus
acreedores y adopte las políticas que acordó con
los organismos multilaterales de crédito. Esto puede significar
que el G-7 no va a aceptar la posición de la Argentina
de pagar sólo una pequeña parte de la deuda.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, John Snow, dijo que
se llegó a la conclusión de que es inmensamente
importante que Argentina cumpla sus compromisos con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y que proceda con las reformas que se comprometió
a realizar.
A su vez, Snow subrayó que el G-7 no tiene aún una
posición definitiva tomada acerca de la actitud de Argentina.
Señaló que había que esperar a marzo, fecha
en la que la directiva del FMI votará si apoya o no a el
país en su solicitud de revisar su programa crediticio,
que ya cuenta con una deuda incumplida de 88.000 millones de dólares.
Entre los acreedores de Argentina hay grandes instituciones bancarias
internacionales, pequeños inversionistas nacionales y extranjeros
atraídos por sus bonos. La mayoría de los acreedores
provienen de Japón e Italia, países miembros del
G-7 y dos de los ocho países dentro del directorio del
FMI. La abstención de estos dos países a apoyar
a Argentina en su solicitud de revisión, en una posición
que podría ser descisiva para la posición a tomar
en marzo.
Pedro Solbes, comisario de Asuntos Económicos de la Comisión
Europea, expresó que el asunto argentino se sigue con interés
por parte de todos los países europeos y que supone que
por Estados Unidos también. "Hay que evitar una confrontación,
esperamos que Argentina salga lo más rápido posible
de la situación actual y entre en una etapa de crecimiento",
agregó Solbes.
Por su parte el jefe del Gabinete argentino, Alberto Fernández,
dijo que no se busca pagar más o menos, sino, que se discute
el futuro de varias generaciones de argentinos. También
agregó que las intimaciones del G-7 para que Argentina
negocie ya con los acreedores "no cambian mucho las cosas".
No se van a aceptar presiones ni intimaciones, señaló
Fernández.
"Estamos llevando adelante un diálogo constructivo
con los acreedores y estamos haciendo todos los esfuerzos para
que la negociación prospere, pero debe quedar en claro
que ofertamos lo que debemos pagar", declaró Fernández
a la agencia Noticias Argentinas.
El gobierno argentino ha propuesto pagar a sus acreedores privados
sólo 25% del valor de su deuda, en mora desde 2001. Fernández
opinó que los miembros del G-7 tienden a mirar los números
de la macroeconomía argentina y no tienen en cuenta la
realidad en la que se encuentra inmerso el país, donde
uno de cada diez argentinos es pobre.
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