Debido a que los bosques aseguran la conservación del agua,
suelos, flora y la fauna, su eliminación trae aparejada,
entre otras, graves impactos ambientales como grandes inundaciones,
sequías más graves, erosión de los suelos,
contaminación de los cursos de agua y la aparición
de plagas debido a la ruptura del equilibrio ecológico.
Esto también perjudica a los pobladores de la región.
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30/01/2004
Medio ambiente
Lo que el bosque se llevó
La organización ambientalista internacional World Rainforest Movement denunció que año a año desaparecen millones de hectáreas de bosques tropicales. Desde 1960 a 1990 desapareció más de 20% de los bosques (33% en Asia y 18% en África y América Latina). Lo más preocupante es que este proceso de destrucción no sólo no muestra señales de detenerse, sino que además cada vez se hace más acelerado.
La deforestación de bosques tropicales se está
volviendo cada vez más grave, así lo denunció
la organización ambientalista World
Rainforest Movement (WRM). En tres décadas (1960-1990)
desapareció más del 20% de los bosques existentes
en el planeta. Actualmente la deforestación de la Amazonia
tiene un ritmo más acelerado que el de finales de los años
80, cuando el problema tomó relevancia a nivel mundial.
Para los pueblos que habitan en las regiones boscosas y dependen
de los bosques para su supervivencia, la deforestación
implica la pérdida de su poder de supervivencia como culturas
autónomas. Para éstos, los bosques constituyen su
hogar, alimento, los provee de medicinas materiales de construcción,
fuentes de energía, agua, elementos materiales y espirituales
que aseguran la vida de la comunidad a largo plazo.
Por otra parte, dado que los bosques aseguran la conservación
del agua, suelos, flora y la fauna, su eliminación trae
aparejados, graves impactos ambientales
como inundaciones, sequías, erosión de los suelos,
contaminación de los cursos de agua, desaparición
de especiaes animales y vegetales y la aparición de plagas
debido a la ruptura del equilibrio ecológico. Esto no sólo
perjudica a los pobladores de la región, sino a la humanidad
en su conjunto.
La deforestación también implica impactos negativos
a nivel global. Los bosques cumplen importantísimas funciones
en materia climática y su desaparición afecta a
la humanidad en su conjunto. Por un lado, la enorme masa vegetal
de los bosques ayuda a regular el clima global (precipitaciones,
temperatura y vientos). Por otro lado, constituyen una enorme
reserva de carbono y su eliminación contribuye al agravamiento
del efecto invernadero. Al ser incendiados o cortados, el carbono
almacenado durante siglos en los bosques se incorpora a la atmósfera,
aumentando así la concentración de carbono en la
misma.
WRM señala que hay que tener en cuenta que las causas de
este proceso de destrucción son muchas y varían
entre los distintos países y regiones. Para la organización
las principales causas de deforestación son: la sustitución
de los bosques por otras actividades (agricultura, ganadería,
plantaciones forestales, cría de camarones, etc.), la actividad
de las empresas madereras, la explotación minera y petrolera
y la construcción de grandes represas hidroeléctricas.
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