Joy Olson, directora ejecutiva de la Oficina de Washington para América Latina (WOLA, oficina independiente del gobierno), advirtió que los líderes de la región deben mostrar que saben que los pobres latinoamericanos no se han beneficiado económicamente pese a la consolidación de la democracia en la región, y deben decir cuáles son sus planes al respecto.
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14/01/2004
Consejos de Washington
En la Cumbre Extraordinaria de las Américas celebrada en Monterrey, México, los días 12 y 13 de enero, George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, recomendó a sus colegas de América un desarrollo democrático basado en el mercado y solicitó mayor cooperación contra el terrorismo.
Estados Unidos exhortó a los 33 países americanos
que participaron de la Cumbre Extraordinaria de las Américas
realizada en Monterrey, México, los días 12 y 13
de enero, a continuar democratizando sus sociedades, abriendo
sus economías y afianzando el derecho a la propiedad, así
como a comprometerse con el libre comercio y a facilitar la gestión
empresarial, según publicó la agencia IPS.
Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil señalan
que estas medidas no aportarán nada a la lucha contra la
pobreza extrema, generalizada en la mayoría de las Américas.
Los gobiernos acordaron realizar una cumbre extraordinaria debido
a los cambios económicos y políticos que se están
registrando en todo el mundo.
Desde la cumbre de Québec, celebrada en abril de 2001,
14 nuevos jefes de gobierno asumieron el mando de sus naciones,
John F. Maisto, Coordinador de Estados Unidos en la Cumbre de
las Américas y Representante
Permanente de Washington en la OEA, sostuvo que esto junto con
los atentados del 11 de setiembre de 2001, marcaron nuevos desafíos
políticos y económicos, así como una nueva
dinámica en la región. Una cláusula aprobada
el 11 de setiembre de 2001 en una reunión de cancilleres
llevada a cabo en Perú obliga a los gobiernos a defender
activamente la democracia en la región e incorpora la posibilidad
de que un país sea sancionado a causa de eventuales quiebres
institucionales.
Distintos activistas consideran que la cláusula democrática
no se ha traducido en beneficios concretos para la gente pobre
y advirtien que las reformas económicas recomendadas por
Estados Unidos agravaron la pobreza y la brecha entre ricos y
pobres.
Joy Olson, directora ejecutiva de la Oficina de Washington para
América Latina (WOLA, oficina independiente del gobierno),
advirtió que los líderes de la región deben
mostrar que saben que los pobres latinoamericanos no se han beneficiado
económicamente pese a la consolidación de la democracia
en la región, y deben decir cuáles son sus planes
al respecto.
Los líderes de la región y de Estados Unidos necesitan
despertarse y sentir el aroma del café. La falta de progresos
económicos y la corrupción predominante en algunos
países latinoamericanos están socavando las reformas
y la estabilidad democrática, agregó Olson.
La Comisión Económica de las Naciones Unidas para
América Latina y el Caribe (CEPAL) considera que, pese
a la redemocratización de los países de América
en la década de 1990, 220 de los 530 millones de latinoamericanos
viven por debajo de la línea de pobreza.
WOLA y otras ONGs se muestran desilusionadas por el énfasis
puesto por Bush en Monterrey sobre asuntos que, según las
mismas, benefician a Estados Unidos y a sus empresas. El mejor
paso para salir de la pobreza es la propiedad, dijo el secretario
de Estado adjunto estadounidense para asuntos del Hemisferio Occidental,
Roger Noriega.
Reformar leyes y regulaciones para que la propiedad sirva como
garantía durante la obtención de créditos
es una tarea escencial y urgente, agregó Noriega. Los funcionarios
estadounidenses suelen mencionar un estudio realizado por el Banco
Mundial según el cual lleva más tiempo fundar una
empresa en América Latina que en África subsahariana,
la región más pobre del planeta.
Por ejemplo, en Brasil, se requieren tres meses (en promedio)
para instalar una empresa en "regla"; en Estados Unidos,
sin embargo, se necesitan tres días, afirman. El libre
comercio y la concreción del Área de Libre Comercio
de las Américas (ALCA) para enero de 2005 están
pendientes en la agenda de Washington.
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