Cambio climático Efecto invernaderero y calentamiento global El clima del planeta sus variaciones son un sistema resultante de la interacción de diversos factores: océanos, atmósfera, regiones de hielo y nieve (criósfera), suelos, sedimentos y rocas (geósfera) y organismos vivos (biósfera), además de las vinculaciones de éstos con el sol. A estos factores hay que agregarles uno más: el factor antropogénico, que es el que deriva de la acción humana. El clima está directamente relacionado con la energía solar, la cual llega hasta la superficie del planeta y vuelve al espacio en forma de rayos infrarrojos. Esa energía, antes de salir pasa por la atmósfera. La atmósfera contiene un sistema de gases que permiten pasar a los rayos, pero a su vez atrapan parte del calor que rebotó y vuelve para salir. Sólo 30% de la energía infrarroja que penetra la atmósfera hasta alcanzar la tierra vuelve al espacio, el resto es absorvida por la tierra (45%) y la propia atmósfera (25%). Este sistema es semejante al de un invernadero, el "efecto invernadero" es uno de los principales responsables de la existencia de agua en estado líquido. El "efecto invernadero" no es un problema en sí mismo, el eficaz y frágil equilibrio de este sistema es lo que permite que se den las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida en el planeta. El problema es la carga de gases artificiales que se le han agregado a la atmósfera, lo que crea una capa extra y aumenta el calor que queda atrapado en la tierra. El tiempo pasa Pese a que el clima de la tierra es relativamente impredecible e inestable, y sensible a factores tanto internos como externos, los expertos aseguran que la temperatura no ha cambiado demasiado en los últimos 200 mil años; las temperaturas de la era glaciar fueron apenas 5° más frías que las actuales. La media actual es de 14°, sin el efecto invernadero sería de 18° por debajo del cero. En cambio, en los últimos 200 años ha habido un sensible aumento de la temperatura, 0,6° con respecto a la época preindustrial, y el mayor aumento ha ocurrido en los últimos 40 años. El calentamiento se puede "observar" tanto en las superficies terrestres como marinas. Estádisticamente, 1988 fue el año más caluroso y la década de los años 90 la más calurosa de la historia. Los científicos afirman que esto está directamente relacionado con la actividad humana. El dióxido de carbono (CO2), uno de los gases presentes en la atmósfera, cumple un ciclo complejo. Es liberado por las erupciones volcánicas, por la respiración, procesos del suelo, combustión de componentes de carbono y la evaporación oceánica. Se disuelve en los océanos y es empleado por los vegetales en la fotosíntesis. Luego de la Revolución Industrial y especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, las distintas actividades industriales han emitido enormes cantidades de CO2 a la atmósfera a través de la combustión de combustibles fósiles de depósitos subterráneos, de los cuales los tres principales son carbón, petróleo y gas. Aunque la mayor parte de las emisiones de CO2 son producidas por los combustibles fósiles para generar energía, los procesos industriales y el transporte, las mismas también resultan de los procesos de deforestación y tala de bosques. Las actividades agrícolas y los cambios del uso de la tierra producen gases de metano y óxido nitroso, los procesos industriales también emiten productos químicos artificiales llamados halocarbonos. Los gases clorofluorocarbonos (formados por moléculas de carbono, cloro y fluor) son enteramente creados por la acción del hombre y son liberados en el uso de aerosoles, refrigeradores y aparatos de aire acondicionado. Especialistas de todo el mundo coinciden en que estos gases han contribuido en gran medida al calentamiento global. El futuro Muy pocas personas ponen en duda que el clima de la tierra esté cambiando y que si no se toman medidas se entrara en un proceso de desequilibrio climatico con consecuencias inciertas pero siempre perjudiciales. Una de las predicciones -aún no afirmaciones- de los expertos en clima es que los fenómenos extremos tales como tormentas, huracanes, inundaciones, sequías e inviernos severos, serían cada vez más frecuentes, con consecuencias graves para la vida de todos los seres que habitan la tierra. Algunas regiones se secarían, causando una grave degradación de la tierra mientras que otras sufrirían un enfriamiento considerable debido a cambios en las corrientes marinas, en especial la Corriente del Golfo. En general habría un aumento del nivel del mar debido al derretimiento de los casquetes polares y al calentamiento de las profundidades del océano, algunas proyecciones señalan que el nivel del mar para el año 2100 se verá incrementado promedialmente en 88 cm. El calentamiento global llevaría al colapso de numerosos ecosistemas frágiles (bosques, arrecifes de coral, ecosistemas polares, etc.), que no pueden responder con la suficiente rapidez a los cambios bruscos de temperatura, con lo cual habría un aumento drástico del índice de pérdida de especies. La pérdida de la biodiversidad podría incluso desencadenar una serie de catástrofes que significarían la extinción de la vida del planeta tal como la conocemos. |
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