Derechos humanos ¿Jugamos a la guerra? Más de 11 mil niños y jóvenes combaten en el conflicto armado de Colombia, una de las cifras más altas del mundo, señaló el último informe lanzadó por Human Rights Watch (HRW) el pásado 18 de setiembre. Tanto la guerrilla como las fuerzas paramilitares utilizan a los niños para combatir, estos, a menudo, han cometido atrocidades y son obligados incluso a ejecutar a otros compañeros menores de edad que intentan desertar. Un informe lanzado por Human Rights Watch el pásado 18 de setiembre revela que en el conflicto armado colombiano participan más de 11 mil niños y jóvenes. En el informe hay documentos de como los niños son reclutados por los grupos armados de Colombia en un número que ha venido creciendo vertiginosamente en la última década. La cifra de niños combatientes colombiana es superada únicamente en los casos de Myanmar y Congo. La gran mayoría de los niños combatientes apenas ha ido a la escuela, y sólo algunos saben leer y escribir, indica el informe; los menores son empleados por lo general en labores domésticas, misiones de inteligencia y espionaje y, en menor medida, para combatir. "Exponer a un niño de menos de 18 años a combates y su posible muerte es un acto censurable, el uso de niños combatientes menores de 15 años es un crimen de guerra", dijo Vivanco, director ejecutivo de HRC. "El Gobierno no debe hacer a la guerrilla o los paramilitares, en ninguna circunstancia, una oferta de inmunidad penal por esta horrible conducta". Según el informe, el 80% de los niños reclutados pertenece a uno de los dos grupos guerrilleros, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o Ejército de Liberación Nacional (ELN). Al menos uno de cada cuatro cambatientes irregulares colombianos es menor de 18 años. De ellos, varios miles son menores de 15, la edad mínima para el reclutamiento de acuerdo con los Convenios de Ginebra. El documento alega que los grupos guerrilleros aprovechan la desesperación de niños pobres de las zonas rurales. A su vez, muchos de los niños se alistan en las fuerzas armadas para obtener alimentos y protección, o simplemente por miedo a que se tomen represalías contra ellos. Otros son niños de la calle que andan a la deriva sin tener donde ir. Se entrenan niños de hasta 13 años, en algunos casos de menos edad, en el uso de fusiles de aslto granadas y morteros. Los jóvenes alistados en los grupos paramilitares dijeron a HRW que su entrenamiento incluía presenciar la mutilación de prisioneros con machetes y sierras eléctricas. Oscar, un ex-recluta, declaró en una entrevista con los realizadores del informe que se mataban a tres o cuatro personas al día durante la duración de los entrenamientos. A su vez agregó que en algunas oportunidades, los encargados de realizar las torturas eran los reclutas. Algo más de la cuarta parte de los jóvenes entrevistados por HRC eran niñas, en su mayoría de las FARC. Las muchachas contaron que muchos de los comandantes hacen uso de su poder para formar lazos sexuales con muchachas menores de edad. Se exige el uso de anticonceptivos a las guerrilleras, las que quedan embarazadas son obligadas a abortar. Los desertores En ambos bandos, los niños que intentan escapar o regresar con sus familias corren el riesgo de ser ejecutados. En los "consejos de guerra" de la guerrilla se vota a mano alzada si deben morir o no los combatientes que incurren en faltas. En muchos casos, las víctimas y los víctimarios son niños, estos están obligados a cumplir con las ordenes, de no hacerlo corren peligro de ser acusados de desacato. Al menos uno de cada cuatro combatientes de la guerra civil colombiana es menor de 18 años. Estos niños y adolecentes, la mayoría de los cuales proceden de familias pobres, combaten en una guerra en la cual, la gran mayoría desconoce los ideales o motivos por los que luchan. |
Instituto del Tercer Mundo - Guía del Mundo Juan D. Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay Phone: ++598 (2) 419 6192; Fax: ++598 (2) 411 9222 mail: guiatmchasque.net
|