Desarrollo-Metas del Milenio Servicios básicos y las Metas del Milenio A menos que los servicios básicos mejoren de forma sustancial y alcanzen a toda la población, el mundo no cumplirá las Metas de Desarrollo del Milenio para 2015 advirtió el Banco Mundial (BM), en el lanzamiento de su último informe sobre desarrollo publicado en Dubai la semana del 15 de setiembre. Con frecuencia, los servicios de educación, salud y saneamiento no llegan hasta los más pobres, señala el último informe sobre Desarrollo Humano lanzado por la institución financiera internacional. De esta forma, los pobres quedan sin acceso a las dos vías más importantes para escapar de la pobreza, que son la salud y la educación, indica el informe. Las Metas de Desarrollo del Milenio, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), fueron acordadas en setiembre de 2000 por los 189 países que en ese entonces formaban la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Dichas metas se fijaron para el año 2015 con referencia a la situación mundial de 1990. La primera de las metas es reducir a la mitad el porcentaje de habitantes del planeta que viven en la extrema pobreza y el de las personas que padecen hambre. Otros objetivos son lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el SIDA, la malaria y otras enfermedades, garantizar la sustentabilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo. Se está lejos Debido a la falta de buenos servicios básicos, el mundo se encuentra muy lejos de alcanzar la enseñanza primaria universal y las otras metas, lamentó Shantayanan Devarajan, economista jefe del BM y responsable del informe. Probablemente, el mundo en su conjunto logre reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de un dólar al día, pero esto será debido al gran crecimiento económico de India y China, los dos países más poblados del mundo, indicó Devarajan en una entrevista a IPS. Pero en otras partes del mundo, como en África y varios países de América Latina, esta meta difícilmente se alcance, advirtió. Los servicios básicos tienen en común la capacidad de potenciarse. Los servicios funcionan mejor en los casos que los clientes pueden influir en los provedores, señaló Devarajan. El mismo citó un programa en Bangladesh para la educación primaria femenina que incluye la apertura de cuentas bancarias para que las niñas administren sus propios fondos. Además, varias ONGs ofrecen apoyo financiero a las escuelas.Estas medidas conducen a mejoras tales como el aumento de mujeres maestras en las escuelas y la construcción de servicios sanitarios separados para las niñas. El resultado fue una sensible reducción del número de analfabetos. A su vez, el informe subraya la importancia de los servicios comunitarios como los ofrecidos en Cuba. Aunque vive en una gran crisis desde hace más de una década, Cuba ha podido mantener niveles de mortalidad infantil más bajos que en muchos países industrializados. El motivo principal es la atención sostenida que las autoridades han dado a la salud por más de 40 años, a través de un sistema de clínicas sumado a un programa de salud comunitaria que brinda atención a domicilio, en las escuelas y en los lugares de trabajo, explicó Devarajan. El grado de inversión en un servicio no garantiza su eficiencia, dijo el funcionario del BM, y puso como ejemplo a Senegal. Aunque ese país africano ha vivido en paz y democracia desde su independencia hace 40 años y tiene un buen sistema de educación primaria, sólo 40 por ciento de los niños terminan la escuela. En estos casos, el papel de las ONG es fundamental, añadió. El informe coloca la proximidad entre la población y los proveedores de servicios básicos en el centro de un modelo analítico para el cumplimiento de las Metas de Desarrollo del Milenio. Los clientes de los servicios no suelen tener influencia sobre los políticos y, por eso los servicios públicos se transforman con frecuencia en instrumento del patronazgo político y el clientelismo, dice el informe. Si los clientes y los proveedores de servicios tuvieran una
relación más estrecha, los servicios podrían
adecuarse más a las necesidades de la población
y ésta podría controlarlos mejor. Esto no implica
que los servicios públicos deban pasar a manos de empresas
privadas, observó Devarajan. Aunque hay frecuentes problemas
con los servicios públicos estatales, sería erróneo
concluir que el estado debería dejarlos en manos del sector
privado. De hecho, la experiencia demuestra que la privatización
en muchos casos empeora la calidad de los servicios, señaló. |
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