Ayuda alimentaria

Ayuda humanitaria y poder político
La ayuda humanitaria propende a salvar vidas de los más necesitados, respetando la dignidad de cada persona afectada por conflictos armados, hambrunas, enfermedades o desastres naturales. Una política globalizada en la cual los esfuerzos internacionales se concentran fundamentalmente en la lucha  contra el terrorismo plantea importantes dilemas éticos en torno a la legitimidad de los organismos humanitarios. Según un reciente Informe Mundial de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ya no es defendible la intervención humanitaria ante determinados desastres  sin abordar sus causas.

En su informe 2003 sobre desastres, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, además de analizar algunos temas puntuales, como por ejemplo a hambruna en África meridional, el conflicto entre poder y ética en la ayuda humanitaria a Afganistán  el fenómeno de la migración forzosa, enmarcan conceptualmente  la ética humanitaria en desastres y guerras, reflexionan sobre la medición de los desastres (retos, posibilidades y ética) y aportan datos sobre desastres y refugiados.
  Respecto a la hambruna que a comienzos de 2003 afectaba  a 15 millones de personas en África meridional, el documento denuncia falta de previsión, ineficacia y tardanza en la implementación de la ayuda. La combinación de este desastre con la pandemia de VIH/SIDA y la pobreza complica dramáticamente la situación y genera cuestionamientos sobre la pertinencia de intervenir en determinados conflictos sin atacar sus causas estructurales.    Otro ejemplo de las dificultades de la ayuda internacional para resolver problemas de fondo es la situación de Afganistán, donde en muchos aspectos relacionados con la seguridad y los derechos humanos se vieron agravados desde la invasión de las tropas aliadas lideradas por Estados Unidos.
  También el fenómeno de la migración forzosa (175 millones de personas que viven fuera de su tierra natal) plantea problemas éticos y jurídicos relacionados con la ayuda humanitaria.
    Neutralidad e independencia   La ética humanitaria se rige por dos principios:  neutralidad e independencia. Estos son la base de un código de conducta para la ayuda humanitaria al cual han adherido más de 200 organizaciones de todo el mundo. Sin embargo, la Federación de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja observó que el cumplimiento de esos principios ha sido desigual. La asistencia humanitaria tiende a favorecer los desastres de gran notoriedad pública. Así Jonathan Walter, editor del Informe, señaló que "… en la guerra contra el terrorismo se está exagerando esa tendencia". Los mayores volúmenes de ayuda se dirigen hacia los países que son "blanco de la guerra contra el terror", pero la asistencia humanitaria no tiende la misma mano a todos aquellos que sufren las consecuencias de conflictos armados, enfermedades o desastres.

En el año 2000 la ayuda ascendió a 5.900 millones de dólares,. Esta cifra sin precedentes no parece basarse en criterios éticos. Por ejemplo, el Cáucaso Septentrional, ese año, recibió 89% de la ayuda requerida por la ONU y Somalia tan sólo 22%. La ayuda per cápita varió de 10 dólares en Uganda a 185 en Europa sudoriental. Pocas semanas después de derrocar a Saddam Hussein, se habían recaudado 1.700 millones de dólares para prestar socorro a Irak, pero sólo se había recibido menos de la mitad de la ayuda prometida para millones de africanos que sufren de inanición.
  Capacitación y evaluación   En las horas y los días subsiguientes a un desastre, antes de que llegue la ayuda internacional, las comunidades locales emprenden  las tareas de búsqueda y rescate, evaluación de los daños, recolección de cadáveres y distribución de suministros de socorro. En los desastres de gestación lenta como la hambruna, que no captan inmediatamente la atención de los donantes ni de los medios de comunicación, las organizaciones locales suelen ser las primeras en dar la alerta y, siguen trabajando en la por reducción de futuros riesgos una vez que las organizaciones internacionales han partido. Estos organismos de asistencia deberían mejorar la capacidad de las instituciones locales para que asumir el control de las decisiones que afectan a sus propias comunidades. No se trata sólo de transferir conocimientos, sino de poner a disposición de las organizaciones locales los recursos necesarios y los medios para evaluar los impactos globales de las intervenciones de ayuda, más allá de determinadas actividades puntuales.
Estos impactos de la ayuda humanitaria se definen en términos del cambio significativo o duradero que una intervención determinada opera en la vida de las personas. El cambio puede ser positivo o negativo, previsto o imprevisto, directo o indirecto. 

Se han realizado ciertas recomendaciones puntuales para dotar de fundamentos éticos a los métodos de evaluación:   ·         Evitar crear expectativas que no se podrán satisfacer.
·         Fomentar evaluaciones que tengan sentido para las personas en cuestión.
·         Respetar las restricciones personales y de tiempo de quienes      informan.
·         Reconocer que las evaluaciones pueden acrecentar la tensión y hacer correr riesgos a la gente.
·         Garantizar que  se escuche a los marginados.
·          Luchar por la divulgación pública de las evaluaciones y de las conclusiones que de ellas deriven.
·         Modificar  la cultura de las organizaciones de ayuda haciéndolas más tolerantes y receptivas a las críticas.
  Medición de desastres: retos, posibilidades y ética  La información insuficiente o imprecisa puede dar lugar a decisiones erróneas que, a su vez, pueden costar vidas o contribuir al despilfarro de recursos valiosos. La recolección y utilización de datos, además de enfrentar dificultades prácticas (por ejemplo, el acceso a las zonas conflictivas o siniestradas), plantea importantes retos éticos. Inmediatamente después de un desastre, cuando las necesidades de orden humanitario son urgentes, ¿se debería gastar un tiempo precioso y valiosos recursos en recolectar datos, o en salvar vidas? Algunos afirman que es inmoral postergar intervenciones que permiten salvar vidas hasta que no se hayan recolectado datos. Otros, estiman que la ayuda debería basarse en evaluaciones objetivas de las necesidades. También resulta fundamental evitar que los datos sean manipulados  con fines políticos, militares o comerciales.

03/07/2004



Instituto del Tercer Mundo - Guía del Mundo
Juan D. Jackson 1136, Montevideo 11200, Uruguay
Phone: ++598 (2) 419 6192; Fax: ++598 (2) 411 9222

mail: guiatmchasque.net