Medio Ambiente y Sociedad
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¿Qué pasa con el clima?
El planeta Tierra se está calentando. En los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se llevan registros y los científicos anuncian que en el futuro serán aún más calientes. La mayoría de los expertos están de acuerdo que los humanos ejercen un impacto directo sobre este proceso de calentamiento, generalmente conocido como el "efecto invernadero". Según la gran mayoría de la comunidad científica mundial, el aumento de la temperatura producirá grandes alteraciones en los ecosistemas globales.
El clima es el resultado de la circulación, a escala global, de la masa de aire que rodea al globo terráqueo. Esta masa de aire se ve afectada por la radiación solar y el intercambio con el océano y el suelo, manteniéndose en un equilibrio dinámico y de gran complejidad. A nivel global, el clima ha evolucionado junto con la Tierra, presentando variaciones más o menos cíclicas.
Durante los aproximadamente 4.600 millones de años de la historia del planeta Tierra los cambios climáticos han sido muy grandes y variados. En algunas épocas el clima ha sido cálido y en otras frío y, en muchas ocasiones, se ha pasado bruscamente de un clima a otro. En la actualidad existe un fuerte consenso científico acerca de que el clima global se verá alterado significativamente, durante este siglo, como resultado del aumento de concentraciones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos.
Por lógica, a mayor concentración de gases de efecto invernadero se producirá mayor aumento de la temperatura de la Tierra. Desde fines de la década de 1970 los científicos comenzaron a afirmar que el aumento de las concentraciones de los gases de efecto invernadero en la atmósfera derivaría en un calentamiento de la superficie de la tierra de entre 1,5 y 4,5°C. Estudios más recientes suponen que el calentamiento se producirá mas rápidamente sobre tierra firme que sobre los mares.
Es difícil pronosticar en qué medida podría llegar a afectarnos esta situación, ya que el clima mundial es un sistema de gran complejidad. Si se alterara un aspecto clave como es la temperatura media global, las ramificaciones derivadas de este cambio tendrían un largo alcance. Podría cambiar el régimen de vientos y lluvias que ha prevalecido durante cientos e incluso miles de años y del cual depende la vida de millones de personas; podría subir el nivel de los mares y amenazar islas y regiones costeras bajas. Esto podría derivar en migraciones masivas, hambrunas y catástrofes de índole natural más severas que las conocidas.
Clima y desarrollo El cambio climático ya no es únicamente un problema de ambiente sino de desarrollo, ya que amenaza con aumentar la pobreza, el hambre, las enfermedades, y afecta la seguridad nacional, regional e internacional. Sabido es que los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero son países industrializados, y los más afectados aquellos en desarrollo.
Por ejemplo, en el mundo hay 1.300 millones de personas sin acceso al agua limpia, 2.000 millones sin saneamiento y otros tantos sin energía eléctrica, además de 800 millones de desnutridos. El cambio climático puede empeorar estos problemas, pues disminuirá la cantidad y calidad del agua, agravará las sequías, las inundaciones y las enfermedades transmisibles por insectos, reducirá la productividad agrícola y aumentarán los desplazamientos humanos.
Los problemas sociales derivados del aumento de la temperatura terrestre darán lugar a más conflictos, porque los países pobres tienen menor posibilidad de adaptarse al cambio climático. Los países desarrollados pueden cambiar la infraestructura para resistir, pero los más pobres no pueden realizar estos cambios, no pueden comprar soluciones.
Efecto invernadero La energía recibida por la Tierra desde el Sol, debe ser balanceada por la radiación emitida desde la superficie terrestre. En la ausencia a de cualquier atmósfera, la temperatura superficial sería de aproximadamente -18°C. Esta es conocida como "temperatura efectiva de radiación terrestre". De hecho la temperatura superficial terrestre, es de aproximadamente 15°C.
La razón de esta diferencia de temperatura, es que la atmósfera es casi transparente a las radiaciones de onda corta, pero absorbe la mayor parte de las radiaciones de onda larga emitidas por la superficie terrestre. Distintos componentes atmosféricos, como el vapor de agua, dióxido de carbono, tienen frecuencias moleculares vibratorias en el rango espectral de la radiación terrestre emitida. Estos gases de invernadero absorben y reemiten la radiación de onda larga, devolviéndola a la superficie terrestre, causando el aumento de temperatura, fenómeno denominado como "Efecto invernadero".
El vidrio de un invernadero es similar a la atmósfera, es transparente a la luz solar y opaca a la radiación terrestre, pero confina el aire a su interior, evitando que se escape el aire caliente. Entonces el proceso denominado efecto invernadero es distinto, el interior de un invernadero se mantiene tibio, ya que el vidrio inhibe la pérdida de calor a través de convección hacia el aire que lo rodea. Por ello, el fenómeno atmosférico se basa en un proceso distinto al de un invernadero, pero el término se ha vuelto tan popular, que ya no hay forma de establecer uno más exacto.
Una de las muchas amenazas a los sistemas de sostén de la vida proviene directamente de un aumento en el uso de los recursos. La quema de combustibles fósiles y la tala y quema de bosques, liberan dióxido de carbono. La acumulación de este gas, junto con otros, atrapa la radiación solar cerca de la superficie terrestre, causando un calentamiento global. Uno de los resultados del Efecto invernadero, es mantener una concentración de vapor de agua en la baja troposfera (parte más interior de la atmósfera, de aproximadamente 10Km de altura, formada por aire) mucho más alta de la que sería posible en las bajas temperaturas que existirían si no existiese el fenómeno.
El Protocolo de Kyoto El protocolo de Kyoto, acordado en 1997 en Japón, es el único instrumento internacional que prevé obligaciones para los países industriales, el mismo estipula la reducción de un 5,2% de gases de efecto invernadero por parte de los países desarrollados en el periodo 2008-2012 con base en las cifras de 1990. El mismo aún no está en vigor, pues requiere la ratificación de 55 naciones parte (industriales) que sumen al menos 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A fines de 2003 las ratificaciones sumaban 44,3%.
Si Estados Unidos retornara a este pacto, del que se retiró en 2001 por decisión del presidente George W. Bush, el cumplimiento subiría a 80%. Si lo ratificara Rusia, la proporción de emisiones comprometidas subiría a 61%. En los dos casos entraría en vigor. Es en este último en el que se confía pueda ratificar el Protocolo y así ponerlo en funcionamiento. Sin embargo, la entrada en vigor del Protocolo es un pequeño paso, debido a sus metas modestas. Se requeriría entre 60 y 80% de abatimiento de gases para estabilizar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera a niveles normales.
Puede resultar irónico que Estados Unidos, mientras llevan a cabo una guerra para defender al mundo del terrorismo, castiguen al mismo con sus emisiones de bióxido de carbono causando 36% del daño planetario en materia de calentamiento. Eso sólo se puede calificar como un ataque terrorista a escala mundial. Pero Estados Unidos no es el único país industrial que no ha cumplido con el Protocolo de Kyoto, también están países como Holanda, Finlandia, Francia, Grecia, España, Austria, Dinamarca, Bélgica e Irlanda que están muy por debajo del control que deberían aplicar a la reducción del efecto invernadero, eso se debe principalmente al uso indiscriminado del transporte terrestre y a sus grandes industrias. Sólo el Reino Unido y Suecia han cumplido y cumplirán con los objetivos del Protocolo para las fechas establecidas como metas.
Opiniones contrarias Pese a que existe un consenso científico muy marcado acerca de las causas y consecuencias del cambio climático, un grupo de científicos de Estados Unidos sostiene que lo que se sabe acerca del mismo son sólo hipótesis, que no han sido comprobadas. Los investigadores sugieren que las emisiones de gases "productores" de efecto invernadero pueden no ser la causa principal del calentamiento global. De igual manera, argumentan que las predicciones del aumento de la temperatura para este siglo son desconocidas e imposibles de conocer.
Entre las criticas más destacadas que hace este grupo de investigadores se destaca: las predicciones sobre cambios climáticos basadas en modelos y presunciones que "no sólo no se conocen sino que son imposibles de conocer dentro de los límites relevantes para la implementación de reglas; la utilización de modelos que no describen adecuadamente las nubes, vapores de agua, aerosoles, corrientes oceánicas y efectos solares.
A su vez, los científicos también afirman que las simulaciones de las temperaturas superficiales hechas por el Panel Sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas, parecen más un modelo azaroso de curvas que una demostración genuina de la influencia del hombre sobre el clima global.
Algunas predicciones Algunos de los efectos del cambio climático ya se están haciendo notar. El casquete ártico ha perdido el 42% de su grosor y el 27% de los arrecifes de coral del mundo ha desaparecido. Según las predicciones de los expertos, el incremento de la temperatura derivado del efecto invernadero supondrá que el clima se extreme. Las previsiones hablan de un aumento de las precipitaciones en las latitudes altas durante el invierno, debido al posible cese o disminución de la corriente del Golfo, que es la responsable de mantener las altas temperaturas medias del norte de Europa. En el sur, se producirá una intensificación de las sequías, expandiéndose las áreas hoy en día afectadas por los procesos de desertización, como Sahel (Etiopia), norte de África, sudeste de Asia, India, centro América y la cuenca del Mediterráneo, incluida España, donde se prevé que este problema alcance una magnitud importante. Además, en el caso de aumento de las precipitaciones, éste no vendrá dado por un incremento en los días de lluvia, sino por un descenso de los mismos y una elevación de la intensidad de éstas, que darán lugar a riadas, inundaciones y aumento de la erosión. Además, se producirán más fenómenos naturales del tipo de huracanes, ciclones, tornados, etc., extendiéndose a zonas hasta ahora no afectadas.
El nivel medio del mar se elevará, debido a la expansión térmica del agua y la fusión de los glaciares de montaña. El incremento se calcula que sea de 10 a 30 centímetros para el año 2030 y hasta de un metro para el 2050. Este ascenso supondría la contaminación con agua marina de acuíferos, la recesión de las costas y tierras húmedas, en una proporción que se calcula puede elevarse al 15 % de la tierra fértil de Egipto y el 14% de la de Bangladesh. Del mismo modo, los bosques se irán retrayendo al interior de los continentes, dejando a su paso ecosistemas más degenerados. La falta de agua y de comida en determinadas zonas causará graves problemas, lo que podría dar lugar a un incremento de los conflictos bélicos. Del mismo modo, enfermedades ahora endémicas en zonas tropicales, como la malaria, el dengue, o la fiebre del Nilo, extenderán su área conforme varíe el clima.
05/05/2004
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