Ayuda alimentaria

Lucha contra el hambre: de Betinho a Lula
La Acción de la Ciudadanía contra la Miseria y por la Vida, conocida por todos como la "campaña del hambre" o también (sin la autorización de su inspirador) como la "campaña de Betinho", convocó a cada ciudadano a hacer su parte, identificar en su vecindad a los pobres y concurrir a ayudarlos. La misma comenzó en junio de 1993, en Brasil, impulsada por el sociólogo Hebert de Souza (Betinho).

El sociólogo Hebert de Souza (Betinho, 1935-1997), quien dedicó su vida a luchar contra la injusticia social y a favor de la democracia económica y social, fue un constante impulsor de la mejoría de la institucionalidad democrática y de la construcción en la sociedad de nuevos valores ético-culturales, capaces de "transformar el derecho a la ciudadania y a la democracia en una exigencia de todos".


Desde su época de estudiante Betinho exponía sus ideas a favor de la democracia. En 1964, con la caída del gobierno democrático de João Goulart y el principio del régimen militar, fue perseguido por razones políticas. Vivió cinco años en la clandestinidad y 11 en el exilio, en Chile (donde fue asesor del presidente Salvador Allende), Panamá, Canadá y Suecia.


En 1979, retornó a Brasil y fundó el Instituto Brasileño de Análisis Sociales y Económicos (IBASE), organización no gubernamental (ONG) de investigación. En 1990 organizó "Brasil: Tierra y Democracia", en Río de Janeiro, un movimiento pro reforma agraria y por la lucha ambiental. Al año siguiente ganó el premio Global 500, otorgado por ONU, por sus campañas en defensa de la Amazonia y de la Bahía de Guanabara.


Se hizo conocido por su campaña contra el hambre. En 1993 organizó una entidad gubernamental, el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria, y una no gubernamental, la Ação da Cidadania Contra a Miséria y pela Vida. En ese año, recibió el Trofeo "Criança e Paz" de UNICEF (Fundación de las Naciones Unidas para la Infancia). En enero de 1997 fue nombrado por el presidente Fernando Enrique Cardoso para la Comunidade Solidária.


"Campaña Betinho"


La Acción de la Ciudadanía contra la miseria y por la Vida, también conocida como "campaña del hambre" o la "campaña de Betinho", comenzó en Brasil en 1993 impulsada por el sociólogo Hebert de Souza (Betinho). Ésta "invitó" a los ciudadanos a hacer su parte, distinguir a los pobres y luego ayudarlos y despertó una movilización social sin precedentes en Brasil, dada la vastedad y amplitud de sectores sociales que se le sumaron. Grupos religiosos, de vecinos, sindicales o de organizaciones sociales se dirigieron a las favelas con importantes cantidades de donativos. El movimiento recurrió a los medios de prensa y vio que eran millones los que se declaraban parte de la misma. Aproximadamente 60% de la población declaraba conocer la campaña, y un 90% de estos la apoyaba.


En la primera etapa de la Acción de la Ciudadanía, todas las campañas se enfocaron a combatir el hambre. En esa época, un estudio del Instituto Brasileño de Investigaciones (IBOPE) mostró que más de 28 millones de personas participaron en la campaña. La segunda etapa se centró en la creación de empleo; entre sus conquistas están el establecimiento de huertas comunitarias, cooperativas de costura y talleres de formación. La tercera fase, denominada, Democracia en la Tierra, está enfocada a la discusión y búsqueda de soluciones para que disminuya el número de indigentes en las zonas rurales y el de campesinos "sin tierra".


Como consecuencia de la desmantelación, por parte del gobierno de Fernando Enrique Cardoso, de la mayoría de las políticas sociales de la campaña, surgieron en el país iniciativas municipales, estaduales y de la sociedad civil para atender a la población carente. Por entonces, las propuestas del Gobierno Federal tuvieron carácter localizado y, como objetivo principal, en la mayoría de los casos, un suplemento de renta para las familias pobres, con valores insuficientes para eliminar el hambre. Sin embargo, desde 1995 la pobreza y la indigencia aumentaron en las regiones metropolitanas de Brasil. Los factores principales de este fenómeno fueron las elevadas tasas de desempleo y subempleo, así como también, los bajos salarios.


Lula: "Hambre Cero"


En 1991, Luiz Inácio Lula da Silva junto a José Gomes da Silva, entre otros especialistas, presentaron a la sociedad una propuesta de política pública orientada a enfrentar el grave problema del hambre en Brasil. El Instituto Ciudadanía, que creó el proyecto "Política Nacional de Seguridad Alimentaria", el mismo inspiró la Acción de la Ciudadanía Contra la Miseria y por la Vida, creada por Betinho.


En ese proyecto ya se afirmaba que era preciso realizar cambios estructurales en las políticas agrícolas, de abastecimiento y de empleo para poder acabar con el hambre en Brasil. Sin embargo, nada de eso fue llevado a cabo por el gobierno y quedó la parte asistencial del proyecto, que si bien es importante, no resuelve el problema.


El programa "hambre cero", del presidente Lula, reconoce las iniciativas de la sociedad y promete reforzarlas, declarando que la erradicación del hambre sólo sucederá si hay un gran esfuerzo colectivo de todas las fuerzas de la sociedad. Según Lula, el gobierno no tendría recursos ni fuerza suficiente para lograrlo él solo.


El desafío no se limita sólo en garantizar alimentos a los 53 millones de brasileños que pasan hambre, pues ese es, de acuerdo a lo planteado por Lula, un derecho de esas personas y un deber del Estado. El objetivo verdadero de "hambre cero" es la creación de oportunidades para que todas las familias y personas garanticen su seguridad alimenticia y nutricional con las ganancias de su trabajo.


El programa busca evitar el asistencialismo y lo que dice buscar realmente es el rescate de la dignidad, de las capacidades y de la ciudadanía de todas las personas. Verificadas las situaciones extremas, se ofrecen, en colaboración con todas las fuerzas sociales, oportunidades de alfabetización, capacitación profesional, organización de asociaciones, creación de empleos, establecimiento de comunidades en las áreas de reforma agraria, siempre en busca de las oportunidades de un trabajo que genere renta que permita la autonomía de las personas y las familias.


Durante su campaña política para acceder a la presidencia de Brasil, Lula manifestó en reiterados discursos que "la pobreza y el hambre son realidades funcionales a la reproducción de poderes oligárquicos, este programa tiene que ver con el rescate eficaz de la ciudadanía, de la libertad de ser persona y miembro responsable de la sociedad en la que vivimos".


Fray Betto, asesor especial de la Presidencia de la República, dice que "se debe actuar con calma, cada hecho gubernamental debe someterse, antes de ser un hecho, a la evaluación del Congreso y del Poder Judicial, hay que tener la paciencia de Job". El asesor recuerda que nunca, en la historia política del país, un presidente, gobernador o alcalde ha nombrado dos asesores directos salidos de los movimientos sociales populares.


Betto llama la atención a otros gobiernos de izquierda que han fallado por enredarse en los movimientos populares. "Este gobierno desea garantizar su gobernabilidad sobre dos plataformas fundamentales: el Congreso y la participación de las masas populares", declaró Betto. El programa "hambre cero" ya está funcionando en 2.030 municipios y, antes de la unificación de los programas sociales en "hambre cero", 1.500.000 familias habían sido atendidas por el gobierno.


El director del Departamento de Desarrollo Local, del Ministerio Extraordinario de Seguridad Alimentar y de Combate al Hambre, Marcos Dal Fabro, reflexionó en octubre de 2003, en el Primer Encuentro Nacional de Talheres sobre la campaña: "La unificación mejoró las perspectivas. Llegaremos a la marca de 3.600.000 familias en 2004 y esa rapidez para nuestro pronóstico que es atender 11.400.000 familias al final de este mandato (2007) está muy bien.

A su vez, Ivo Poletto, quien integra el equipo de movilización y formación nacional del programa, señaló, durante el mismo, encuentro que se han encontrado con algunas dificultades para sacar adelante el programa, como el enfrentamiento del poder local. "Este trabajo está revelando y va a revelar cada vez más que la pobreza, la miseria y el hambre no son solamente consecuencia de la falta de políticas públicas, sino más bien, un problema de la voluntad social".


"La miseria es muchas veces un instrumento necesario para la manutención del poder de tipo oligárquico que caracteriza aún gran parte del poder en el país", agregó Poletto. También destacó que una dificultad para cumplir con el programa es la dominación en la que la población se encuentra. Ésta es tan fuerte que hace que la población no crea en su capacidad propia y tenga dificultades para notar la importancia de la práctica de su ciudadanía.


Por último, resaltó el hecho de que Brasil es un país de alta concentración de la renta, por lo que se cuenta con pocos recursos disponibles para realizar este tipo de trabajo social. A su vez, dijo estar convencido de que, buscando una forma de trabajo en conjunto de todas las fuerzas vivas del país, se superarán los obstáculos.


"Un país sólo consigue cambiar efectivamente si él cuenta con la población en la práctica efectiva de su ciudadanía. Esto significa que las personas de hecho están asumiendo su propia historia, la convicción de que podemos construir un país diferente, donde no haya personas que dependan de recursos públicos, o mismo de la solidaridad de los otros para poder tener la seguridad alimentaria y nutricional garantizadas todo el tiempo", reflexionó al final del encuentro.

03/02/2004



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