Sociedad

Tierra de alguien
Entre diciembre de 2002 y abril de 2003 el pueblo mapuche que habita el sur argentino ha promovido un intenso debate sobre el eventual “remate de la Patagonia”, organizando marchas y manifestaciones, y enviando a la opinión pública cartas que alertan sobre los daños irreparables que provocaría -no sólo en la comunidad, sino también en la soberanía del pueblo argentino- la progresiva venta de tierras patagónicas y la generosa concesión de tierras a una gran empresa minera canadiense para la explotación de oro de la región.

Este debate no se inició en diciembre ni durará hasta estos días: parece ocupar un lugar adherido a la historia de los reclamos del pueblo mapuche-argentino, que ha sufrido, desde mediados de siglo XVII, por parte de la colonia española primero, y del estado después, los efectos de una insistente falta de reconocimiento como propietarios de las tierras que cultivan y habitan. La tierra de los mapuche (“gente de tierra”; mapu significa “tierra” y che significa “gente” en mapudungun, el idioma mapuche) está bajo amenaza, otra vez.

Los ingleses eran más humanos

La historia del despojo de las tierras y las persecuciones dura más de cien años. En 1879 la campaña se llamó “Conquista del Desierto” -a cargo del ejército argentino, durante la presidencia del general Julio Argentino Roca- y alcanzó con éxito su objetivo de erradicar del territorio de Río Negro y Neuquén a los pueblos indígenas. La limpieza étnica fue cumplida. Actualmente son las grandes corporaciones mineras las que explotan los recursos auríferos de la región y capitalistas extranjeros obtienen –por parte de productores rurales decaídos y a precios devaluados- extensísimas porciones de tierras patagónicas. Hace alrededor de cinco años la Organización Mapuche Tehuelche 11 de Octubre denunció ante la prensa que los mapuches se habían convertido en mano de obra barata para la compañía Benetton, “que los exprime sin compasión”, según declaró Mauro Millán, un integrante de la agrupación, quien agregó, refiriéndose a la Southerland Company, compañía inglesa que era la anterior propietaria de esas tierras: “Los ingleses eran más humanos”.

Pero la explotación laboral no era el único sustento de la protesta. Ya en aquella denuncia de la organización se asomaba otro problema, más permanente y de daño más extensible: los magnates textiles -dueños de 800 mil hectáreas en la zona de la precordillera y la meseta patagónica- se habían apropiado del río Lepá (fundamental para el sustento de la comunidad de Vuelta del Río, a 90 km. de Esquel, que soporta frecuentes temporadas de sequía) y habían cortado el paso a los pobladores -en su mayoría mapuches-, obstaculizando con candado las tranqueras de acceso y cerrando las compuertas. En un documento emitido en marzo de 1998 por la organización 11 de Octubre se afirma que la compañía italiana había obtenido títulos de propiedad sobre tierras indígenas cultivadas y habitadas por familias mapuches que ahora deben alojarse en una pequeña parcela de tierra llamada “Reserva de la Compañía”. El caso no es excepcional: en la actualidad la mayor parte de la Patagonia se encuentra en manos de extranjeros (ver recuadro 3). En la zona de los lagos, en la localidad de Cholila, se han verificado inversiones del ex dueño de la cadena CNN, Ted Turner, del actor Sylvester Stallone y del dueño de la casa de subastas Christie’s; el financista Joseph Lewis posee la más espectacular mansión de la Patagonia, y dentro de su enorme predio se encuentra el célebre lago Escondido, cuyo acceso se ha clausurado a toda la comunidad (aborigen, argentina, internacional).

Quién da más

El desarrollo sustentable y el futuro ecológico de la zona habitada por la comunidad mapuche se encuentran afectados por la amenaza de la contaminación que sobrevendría de la explotación que una corporación minera canadiense pretende hacer de sus montañas. Alrededor de 31 mil personas habitan en la ciudad de Esquel, enclavada sobre las márgenes del Arroyo Esquel, en la provincia de Chubut, al oeste de la Patagonia, una zona reconocida por la riqueza de sus lagos, bosques, cerros y valles, dedicada al turismo y la producción agropecuaria, forestal y agroindustrial orgánica. En el mes de enero de 2001 una comunidad mapuche de la Alta Cordillera Andina, la Comunidad “Huisca-Antieco” de Chubut, denunció públicamente que un grupo de personas, portando herramientas y vehículos sofisticados, se había introducido sin autorización en su territorio y habían realizado estudios mineros en la zona.

Desde entonces y hasta la actualidad ya se han concesionado más de 180.000 hectáreas para exploraciones y se continúan otorgando permisos de exploración en áreas que afectarían la cuenca del Futaleufú (vertiente al Pacífico), el Parque Nacional Los Alerces, y las nacientes del río Chubut (vertiente al Atlántico). De ser instrumentado el proceso de explotación de oro, la compañía minera utilizaría 6 toneladas de cianuro por día en sólo una de las minas. Según Guillermo Hughes, Director General de Minas y Geología de Chubut, hasta el momento se “llevan perforados más de 40.000 metros de montaña en un yacimiento ventajoso por sus bajos costos de producción en relación con otros, ya que se encuentra a sólo 7 km. de Esquel, con el aeropuerto enfrente y sin necesidad de gastos para la infraestructura de campamentos”.

La población de Esquel vive en base a la utilización de los recursos naturales renovables del área. La minería en gran escala implica un ataque directo a la base económica de las comunidades mapuche y tehuelche (más del 40% de la población regional tiene algún ancestro mapuche o tehuelche) que habitan desde hace siglos la región. La empresa minera Meridian Gold prometió, a cambio de la explotación de oro, otorgar puestos de trabajo a los lugareños. A cambio, la compañía canadiense se llevaría, al cabo de 8 años, 80 toneladas de oro y 120 toneladas de plata (lo que en bruto –sin considerar el precio mucho más elevado que dictaría el mercado- significaría una ganancia de al menos 1.500 millones de dólares)-

De acuerdo a un informe presentado por Theomai (Red de Estudios sobre Sociedad, Naturaleza y Desarrollo) la explosión de más de 42.000 toneladas de roca por día y su posterior molienda, “además de los problemas inmediatos de polvos en suspensión, dará origen en cada mina a los conocidos drenajes ácidos y a la solubilización de metales pesados, que pueden persistir por siglos”, con secuelas de contaminación irremediable en las cuencas de los océanos Atlántico y Pacífico. Otro de los recursos locales amenazados es el agua de la ciudad, cuyo abastecimiento es vital para toda la región. La empresa utilizaría 1.000.000 de litros diarios para diluir el cianuro.

Los habitantes de Esquel no se resignaron a la instalación de la empresa minera y se organizó la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel y las manifestaciones contra Meridian Gold y su subsidiaria, El Desquite S.A., se intensificaron. El 4 de abril de 2003 alrededor de 6.000 manifestantes se volcaron a las calles de Esquel y alzaron cruces contra la mina. El 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito en Esquel y una abrumadora mayoría de 10 mil votantes (más del 81% del electorado) sufragó en contra de la instalación de la mina. El 70% del padrón concurrió a votar.

Luego de conocerse los resultados, la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel señaló: “No hay nada más que discutir. El pueblo le dice “no” al emprendimiento minero de una manera contundente”. Los vecinos, Greenpeace y otras entidades ambientalistas exigen a la multinacional Meridian Gold a que abandone el proyecto y que se retire de la zona. Se espera que tanto el gobernador de Chubut, José Luis Lizurume (Alianza UCR Frepaso), como el intendente Rafael Williams (Partido Justicialista) acaten la decisión tomada y no otorguen las habilitaciones comerciales a la empresa minera y sus contratistas.

Oro meridiano

En otro informe presentado por la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), elaborado por el Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) y apoyado, entre otras instituciones, por la Organización Mapuche-Tehuelche 11 de Octubre, éste podría ser el primero de una serie de proyectos de extracción minera que afectarán a toda la región andino-patagónica y en general a toda la cordillera de Los Andes de Argentina y Chile, debido a los privilegios otorgados a las multinacionales a través del Tratado de Integración Minera, firmado en diciembre de 1997.

Con la concesión de tierras a la empresa Meridian Gold para desarrollar exploraciones mineras -habitadas por, al menos, tres comunidades aborígenes-, el Gobierno de Chubut ha ignorado las leyes y acuerdos en vigencia para los territorios aborígenes. Tampoco ha cumplido con la consulta obligatoria a las comunidades habitantes de la zona (Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales, Ratificado por Argentina y vigente por Ley Nacional Nº 24.071).

La tierra de la gente de tierra

La historia del pueblo mapuche empieza en la historia antigua de la región patagónica de Sudamérica, descubierta por el hombre hace aproximadamente 30 mil años. Pueblos de origen paleolítico se asentaron a ambos lados de la cordillera de los Andes y se dedicaron a la caza y a la recolección de frutos silvestres. Esta cultura dio origen a los pueblos de puelches, pehuenches, onas y tehuelches. En estos valles fue donde se desarrolló la cultura araucana o mapuche, que entre el siglo XI y XII arribó desde los Andes a la zona del río Cautín, en Chile.

A comienzos del siglo XII, el pueblo quechua creó el Imperio Tahuantisuyo -cuya capital fue Cuzco-, que domina los pueblos y civilizaciones existentes. El pueblo inca conquistó en 1460 el norte de Chile hasta Coquimbo y en una segunda invasión en 1485 lograron llegar al río Maule, de donde no pudieron pasar por la tenaz lucha de los mapuche. Sin embargo, la civilización inca fue decisiva en el desarrollo del pueblo mapuche, que pronto aprendió a tejer con las más de 40 combinaciones del telar incaico.

Hace cinco siglos los mapuches estaban establecidos en la zona de los lagos precordilleranos del valle central de Chile. Se instalaron en grupos reducidos que basaban su supervivencia en la caza, la recolección y el cultivo de papas en pequeños huertos ubicados en terrenos húmedos. Estas poblaciones se extendieron por el sur hasta el río Maullín en Chile y posiblemente hacia el oeste, ocupando el norte y centro de la actual provincia de Neuquén. A la llegada de los españoles, el pueblo mapuche habitaba la región ubicada entre los ríos Itata y Toltén, pero a partir del siglo XVIII se instalaron no sólo en la zona patagónica sino también en el área norpampeana (Cuyo, Tucumán y Buenos Aires), donde se dedicaron a la crianza de ganado y más tarde la agricultura. Compartía con los picunche (“gente del norte”) y los huiliche (“gente del sur”) una misma lengua, que se extendió desde del Río Choapa, al norte, hasta Chiloé, al sur.

Antes de que los españoles llegaran al Cono Sur del continente en el año 1540, los mapuche constituían una población de alrededor de dos millones de personas (en la actualidad suman aproximadamente 1.400.000 habitantes en Chile y 200 mil en Argentina; de acuerdo a algunos estudiosos se trataría del mayor grupo indígena de Sudamérica).

Un siglo después de su llegada, los conquistadores españoles firmaron en 1641 el Tratado de Quillin, que definía las fronteras con la nación mapuche. La Corona española reconocía, en este tratado, la independencia del pueblo mapuche y la soberanía de los territorios al sur de los ríos Bío-Bío en Chile y Colorado en Argentina. Este reconocimiento fue varias veces quebrantado durante el período colonial. Las periódicas guerras que se alzaron en aquel entonces entre españoles y mapuches eran sucedidas por celebraciones de tratados de paz (28, en total) que duraban poco. Sin embargo, durante todo el período colonial, España nunca logró conquistar los territorios mas allá de la frontera fijada por el Tratado de Quillin

Luego de la derrota de los españoles y la formación de los estados de Argentina y Chile en 1810, los tratados de 1641 fueron abolidos. Las nuevas repúblicas establecieron nuevos tratados que fueron ocupando, gradualmente, territorio originalmente mapuche. El pueblo mapuche sufrió la conquista territorial, la agresión militar y la persecución de comunidades enteras.

La Conquista del Desierto: los desterrados

A fines del siglo XIX los ejércitos de Argentina y Chile asaltaron el territorio mapuche y diezmaron a su población, en una resolución que en Argentina tomó el nombre de “Conquista del Desierto” (1879) y en Chile “Pacificación de la Araucanía” (1861-1883).

“La Conquista del Desierto” fue una campaña de exterminio que tuvo como objetivo una limpieza étnica (“la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos”, según el informe oficial de 1881 de la Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la Expedición al Río Negro, realizada en 1879 bajo las órdenes del General Julio A. Roca en Argentina) y la posterior ocupación de Río Negro y Neuquén, para afianzar la soberanía nacional en sectores cuya jurisdicción era entonces pretendida por la República de Chile. Se trataba (según el mismo informe) de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas al menos por “unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña”. Se pretendía una conquista absoluta y un exterminio masivo, “no era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral.Pacheco al Neuquén...”. Era preciso conquistar eficazmente esas 15.000 leguas, “limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas” (ver recuadro 1).

La campaña tuvo un éxito inmediato. La expedición a Río Negro alcanzó su fin muy pronto (el plan se ejecutó en menos de tres meses), los pueblos aborígenes fueron capturados y asesinados y los únicos fugitivos recorrían el territorio “sin cohesión y sin jefes” (sin embargo, los lazos entre los mapuches de Chile y Argentina se mantuvieron luego de esta campaña: el pueblo mapuche había logrado establecer un fluido intercambio comercial de ganado a ambos lados de la cordillera). La “raza estéril” que ocupaba las “tierras nuevas” había sido sometida y aniquilada para otorgar el territorio a una -siempre según el informe escrito en 1881- “raza joven y emprendedora”, dueña de “la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración”. Las pocas sublevaciones que se dieron más tarde en el entonces Territorio Nacional del Chaco fueron también sofocadas por la fuerza. Desde entonces, los pueblos indígenas fueron ignorados por la política oficial y abandonados a la marginación. Los nativos, que habían poseído hasta entonces aquellos territorios, fueron aceptados apenas como “ocupantes” de sus tierras, que fueron privatizadas. La migración mapuche se diversificó: los caciques que se habían sometido a partir de la campaña fueron premiados con concesiones de tierras, y esto originó una serie de reasentamientos, así como también la realización de reservas nacionales (a partir de 1940), por parte de la Administración de Parques Nacionales, promovieron el desalojo y traslado de las comunidades.

30/04/2003

 Recuadro 1: La toma de posesión

Comisión Científica agregada al Estado Mayor General de la expedición al Río Negro (Patagonia) realizada en los meses de abril, mayo y junio de 1879, bajo las órdenes del General Julio A. Roca (Buenos Aires, 1881)

“El año 1879 tendrá en los anales de la República Argentina una importancia mucho más considerable que la que le han atribuido los contemporáneos. Ha visto realizarse un acontecimiento cuyas consecuencias sobre la historia nacional obligan más la gratitud de las generaciones venideras que la de la presente, y cuyo alcance, desconocido hoy, por transitorias cuestiones de personas y de partido, necesita, para revelarse en toda su magnitud, la imparcial perspectiva del porvenir. Esos acontecimientos es la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos: es la campaña llevada a cabo con acierto y energía, que ha dado por resultado la ocupación de la línea del Río Negro y del Neuquén.".

"Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña. Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión. No era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral.Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles. Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas."

"Y eran tan eficaces los nuevos principios de guerra fronteriza que habían dictado estas medidas, que hemos asistido a un espectáculo inesperado. Esas maniobras preliminares, que no eran sino la preparación de la campaña, fueron en el acto decisivas. Quebraron el poder de los indios de un modo tan completo, que la expedición al Río Negro se encontró casi hecha antes de ser principiada. No hubo una sola de esas columnas de exploración que no volviese con una tribu entera prisionera, y cuando llegó el momento señalado para el golpe final, no existían en toda la pampa central sino grupos de fugitivos sin cohesión y sin jefes."

"Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista. Pero se debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas. Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba."

La tierra ante la ley

Ciento quince años más tarde, en la reforma constitucional de 1994 se introdujo una modificación al derogar el régimen dispuesto por el antiguo inciso que ordenaba al Congreso "conservar el trato pacífico con los indios y promover la conversión de ellos al catolicismo" (artículo 67 inciso 15, Constitución de 1853). Según el artículo 75, inciso 17 de la Constitución, corresponde al Congreso “Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes y embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten”.

Sin embargo, a pesar del amparo que esta ley otorga a las comunidades indígenas y la reparación histórica que ésta pretendía ejercer, el pueblo mapuche continúa pobre, diezmado y perseguido. Esta nueva campaña es protagonizada por las empresas mineras y magnates extranjeros (ver recuadro 3) que ocupan territorios nativos, ocupados y labrados por la comunidad mapuche argentina, que demanda al gobierno una partida presupuestaria que permita diseñar políticas de promoción y desarrollo a corto, mediano y largo plazo a través del I.N.A.I. (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), el I.N.T.A. (Instituto Nacional de Tecnología Agrícola) y el Ministerio de Educación (responsable en la capacitación, elección y supervisión de los maestros y ayudantes bilingües y construcción de escuelas).

Actualmente se discute la creación de una nueva ley de tierras que afectaría a las 5 millones de hectáreas recuperadas por el pueblo mapuche. En los últimos tres años los mapuche han recuperado 30 mil hectáreas de tierras pertenecientes al territorio en la región sur y andina. Estos campos -antes en manos de 8 estancieros- involucran a más de 100 familias.

 Recuadro 2: Comunidades mapuche ante la justicia

A continuación, se detallan algunos de los litigios que protagonizaron comunidades mapuche en la provincia de Chubut en el correr de los últimos diez años.

Comunidad Mapuche de Vuelta del Río.

Esta comunidad se encuentra a 100 km. de la ciudad de Esquel. La comunidad está actualmente conformada por 25 familias. Enfrenta un juicio de desalojo de sus tierras desde el año 1994, ya que es acusada de ser intrusa por los sucesores de un productor rural de origen sirio-libanés Haikel El Khazen, quien posee el título de propiedad de las tierras en conflicto. El Khazen ha contratado personal para amenazar a miembros de la comunidad, si ésta no se retira de sus tierras.

La Comunidad Mapuche de Vuelta del Río pertenece a la Reserva Mapuche de Cushamen, que ocupaban un gran espacio territorial. Año tras año estas tierras fueron alambradas por particulares no mapuches y grupos empresariales, entre ellos la Compañía Inglesa, que vendió sus estancias a la firma Benetton.

Comunidad Lago Rosario y Sierra Colorada.

Estas dos comunidades mapuches se encuentran ubicadas a unos  100 km. y 120 km. respectivamente de la ciudad de Esquel. Alrededor de 250 familias viven en estas comunidades. Las tierras de ambas comunidades fueron ocupadas por un estanciero llamado Elvin Roberts. La invernada comunitaria del lago Rosario fue ocupada por estancieros de origen alemán. La Dirección de Bosques y Parques de la Provincia de Chubut cada día endurece más su restricción, frente a la necesidad de las comunidades mapuches de obtener leña y madera. Sin embargo, existen numerosas empresas forestales que depredan los bosques.

Comunidad Mapuche de Pocitos de Quichaura.

En esta comunidad viven alrededor de 40 familias mapuches. Hace más de 20 años que particulares no mapuches ocuparon tierras pertenecientes a la comunidad. A pesar de varias denuncias efectuadas por los mapuches ante tribunales le dieran curso.

Comunidad Mapuche de Füta Huau, (Cañadón Grande).

Esta comunidad se encuentra ubicada a 160 km. de la ciudad de Esquel y la integran unas 30 familias. En el año 1980 el hacendado y comerciante Said Bestenne alambró la escuela y tierras pertenecientes a la comunidad mapuche. Durante varios años realizaron diversas denuncias ante diferentes organismos provinciales, que jamás dieron respuestas a estos requerimientos. Varios miembros de esta comunidad enfrentan una persecución judicial, ya que están acusados de daño a la propiedad y atropello en banda cuando la comunidad hizo efectivo sus derechos en el año 1998 sobre parte de las tierras y del edificio de la escuela Nro. 76 que hasta ese entonces se encontraban alambrados por este estanciero. Hay 7 miembros de la comunidad que están imputados de usurpar sus propias tierras.

Comunidad Mapuche-Tehuelche Prane

Esta comunidad mantiene un conflicto desde hace varias décadas con el Ejercito argentino, por la tenencia de la denominada legua 4, ubicada en la reserva Mapuche de Nahuelpan, a 15 km. de la ciudad de Esquel. Durante el transcurso de estos años la comunidad Prane, debió soportar desalojos de sus tierras, matanzas y robos de sus animales de crianza por parte del ejercito argentino. Esta situación fue denunciada a los sucesivos gobiernos, de los cuales jamás obtuvieron respuestas. El día 6 de enero de 2000, tanques y soldados armados intentaron ingresar a la comunidad, pero ésta no lo permitió. El 8 de enero, el ejército intentó nuevamente ingresar a realizar maniobras dentro de las tierras pertenecientes a la comunidad, pero nuevamente la comunidad le prohibió el acceso. El 17 de enero se realizó una movilización en la ciudad de Esquel: unos 250 Mapuche marcharon hacia el regimiento de caballería 3, en repudio a la actitud del ejercito en seguir invadiendo tierras Mapuche-Tehuelche.

El estado argentino todavía no ha dado una respuesta definitiva al conflicto que mantiene esta comunidad con el ejército. La comunidad exige que se reconozcan las tierras como territorio ancestral Mapuche-Tehuelche a través del otorgamiento del titulo de propiedad comunitaria.

 Recuadro 3: Los nuevos extranjeros de la Patagonia

En los últimos diez años la Patagonia argentina viene protagonizando un boom inmobiliario extraordinario. Varias celebridades extranjeras y algunos ricos empresarios argentinos han comprado enormes estancias y mansiones, ubicadas en puntos estratégicos de la región, que suelen envolver lagos, ríos y manantiales que, aún siendo patrimonio nacional, se convierten en puntos inaccesibles para los argentinos que hasta hace poco podían disfrutar de las riquezas naturales de la región, y hoy deben conformarse con apreciar el alambrado que reparte y cierra los territorios.

Villa La Angostura es una de las localidades más requeridas por magnates, políticos y empresarios. La empresaria Amalita Fortabat compró una finca a orillas de Lago Nahuel Huapi a un valor aproximado de 2,5 millones. Algunos de los nuevos grandes propietarios en Cumelén: Alberto Röemmers (dueño del laboratorio medicinal homónimo) el banquero Otero Monsegur, Ricardo Oxenford (uno de los dueños de la cervecería Quilmes), Nicolás Ruiz Guiñazú (ex presidente del Banco Nación) y la familia Mitre Delarreta (accionista mayoritaria diario La Nación).

Sin embargo, los dueños de las mayores extensiones en la región patagónica son extranjeros. El antecedente es memorable a través del género western: en 1901 los célebres bandidos Butch Cassidy y Sundance Kid habían ocupado tierras patagónicas, cuando se afincaron en Cholila. En 1995 la empresa del financista húngaro estadounidense George Soros pagó 13 millones de dólares por el mejor hotel de la región, el Llao Llao, un inmenso chalet 5 estrellas construido en la década del 30, donde se hospedan los interesados en comprar una porción de tierra patagónica. También poseen enormes extensiones de tierra en la región el empresario de aviación Joe Wells y el matrimonio cristalero Swarowski.

El estadounidense Sylvester Stallone compró en 1997 tierras en Cholila, según reveló el intendente de esa localidad, Héctor Bourdargham. Las tierras están ubicadas a 8 km. del casco urbano de esa localidad de la cordillera chubutense, a la misma distancia del lago Rivadavia y a unos 10 km. del ingreso al Parque Nacional Los Alerces. Antes, Stallone ya había comprado una gran extensión de tierras en el paraje El Foyel, una zona cordillerana a 70 km. de Bariloche. Según comentaron medios inmobiliarios de la zona, se trataría de 14.000 hectáreas por las que habría pagado 8 millones de dólares. La localidad de Cholila (que forma parte de la Comarca Andina del Paralelo 42 junto a otras localidades como Lago Puelo, El Hoyo, El Maitén y Epuyén, en Chubut, y El Bolsón, en Río Negro) está a 150 km. al norte de Esquel. Tiene una geografía especial, con amplias praderas rodeadas de lagos y cerros. Al oeste pueden verse los imponentes picos nevados de la cordillera.

La versión sobre una compra de tierras por el actor se difundió en la Patagonia pocos días después que el propio gobernador de Chubut, Carlos Maestro, denunciara la constante "enajenación de tierras en la Patagonia a manos de empresarios extranjeros", advirtiendo: "Si no detenemos esta tendencia se vendrán días muy negros". El gobernador Maestro ha repudiado las declaraciones del ex presidente Carlos Menem cuando durante su último gobierno "invitó a empresarios chilenos a invertir en la Patagonia y les dijo que, en la Argentina, lo que sobra es la tierra". Otro caso conocido es el de Ted Turner -ex propietario de la cadena televisiva estadounidense CNN-, quien con su entonces esposa, la actriz Jane Fonda, adquirió la finca “La Primavera” en el valle de Traful. Turner pagó seis millones de dólares por 4.450 hectáreas. La estancia es una gran reserva de caza y pesca.

El lago escondido

El financista y dueño de la casa de remates Christie’s Joseph Lewis es dueño de la mansión más espectacular de toda la Patagonia. El lago Escondido es la piedra de la discordia en la propiedad de Lewis: en la Argentina los cursos de agua son públicos y, teóricamente, cualquiera puede acceder a ellos. Sin embargo, las tierras que rodean al lago Escondido están estrictamente protegidas de la presencia de intrusos. Según el artículo firmado en agosto de 2002 por el periodista Martín Caparrós en la revista Poder, este lago sería una especie de “huevo del que sería lícito comerse la yema pero sin tocar la clara”.

La cuestión del lago produjo condenas y declaraciones: Lewis dice que si la provincia quiere abrir un acceso, debe construir un camino; la provincia dice que no tiene dinero; Lewis propone que el camino se haga atravesando parte de la Cordillera de los Andes y hasta los más expertos lugareños aseguran que ese camino es imposible, dado que sólo se puede recorrer a caballo (durante 2 días) o a pie (durante 4) soportando temperaturas extremadamente bajas y precipicios altamente peligrosos. Mientras tanto, la estancia permanece cerrada a los extraños, quienes ya no pueden acceder al lago Escondido.

Los hermanos Carlo y Luciano Benetton son los mayores poseedores individuales de campos en la Argentina y los terratenientes más importantes de Chubut: sólo en El Maitén tienen 200 mil hectáreas, pero se dice que en toda la Patagonia la compañía posee 900 mil, además de 300.000 ovejas, que producen 1.000 toneladas anuales de lana, casi el 10% de la lana que la empresa necesita para su producción textil. La trayectoria de los Benetton nació en la pequeña aldea italiana Treviso con los tejidos multicolores de Giuliana, la hermana menor de Luciano. La compañía de la firma en la Patagonia se llama Compañía de Tierras del Sud Argentino. Está dedicada a la cría de ganado y fue adquirida en 1991 con una inversión de 50 millones de dólares. Se extiende sobre las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz. Las tierras están cercanas a la cordillera de los Andes y a unos 30 km. de la frontera con Chile. En Santa Cruz la firma posee la estancia Lai-Aike (de 61.250 hectáreas repletas de ovejas merino), vecina a otras dos propiedades del grupo, El Cóndor (de 220 mil hectáreas y alrededor de 160 mil lanares) y Coronel, en la provincia de Santa Cruz.

El consorcio Benetton ha sido insistentemente acusado por activistas mapuche de usurpar tierras mapuches y de explotar la mano de obra indígena. La Organización Mapuche Tehuelche 11 de Octubre y la agencia de noticias Prensa Ecuménica (perteneciente a las principales iglesias protestantes de la Argentina) denunció que "los mapuches se han convertido en mano de obra barata para la compañía Benetton, que los explota sin consideración y los exprime sin compasión". Además, la organización asegura que “en la época del verano, cuando la sequía es más importante y los pobladores cuentan con el río Lepá como único sustento de vida, la compañía corta el paso del río”.Las tranqueras cerradas con candado no permiten el paso de los integrantes de las comunidades para pescar y las compuertas están cerradas, lo que dificulta la subsistencia de la comunidad mapuche afectada (30 familias que residen en Vuelta del Río, a 90 km. de Esquel y lindero con los campos del consorcio textil italiano).

 Recuadro 4: Comunidad mapuche ante la prensa

A continuación, se transcribe un comunicado firmado en diciembre de 2002 por la Mesa de Trabajo de los Pueblos Indígenas de Argentina, que convoca a la prensa a atender el remate de la Patagonia y a apoyar a las comunidades mapuche en su defensa de los recursos naturales de la región patagónica.

Estimados amigos de la Prensa:

Seguramente ustedes estarán bien informados acerca del proceso de subasta de la Patagonia, que el estado nacional y los estados provinciales están levando adelante en beneficio de los grandes intereses extranjeros.

La vergonzosa forma en que este proceso está siendo llevado adelante es prácticamente una entrega territorial y del uso de los recursos naturales estratégicos para la humanidad como el agua, que, curiosamente, forman parte del interés vital de esta subasta.

La Patagonia fue anexada luego de un genocidio de los Pueblos Originarios, con el objeto de servir al desarrollo del naciente estado nacional Argentino. Hoy como ayer nuestro Pueblo despojado nuevamente de sus escasos territorios, que nos fueran reasignados luego del gran malón huinca. Tal es así que para generar las condiciones para seguir rematando la Patagonia, piensan deshacerse de las comunidades mapuches que estorban este objetivo.

En este momento las comunidades en peligro de desalojo son cinco, siendo las mas amenazadas las siguientes: Comunidad Mapuche Pillán Mahuiza, y Vuelta del Río.

Cabe destacar que otras comunidades como Lago Rosario, Sierra Colorada, Cerro Centinela, y otras están sufriendo un reduccionismo de su territorio a manos de poderosos y obscuros interese económicos nacionales e internacionales, las comunidades antes mencionadas habitan en la actualidad importantes zonas boscosas que contienen también vitales reservas de agua dulces necesaria para la vida del planeta.

A diferencia de ayer, hoy este despojo no es solamente contra los intereses del pueblo mapuche, sino que es un despojo a la totalidad del Pueblo Argentino. Las consecuencias nefastas ya la estamos viviendo, pues lo capitales norteamericanos compraron extensas franjas de territorio a un precio vil.

En este lugar se piensan llevar adelante el mega proyecto minero del cual se extraerá oro. Las consecuencias ambientales de este proyecto serán nefastas para la población en general, pero afectarán de manera directa a dos comunidades Mapuches por encontrarse en la zona en donde se llevará adelante este proyecto.

Las zonas en conflictos constituyen territorios ancestrales, ocupadas por nuestros lof (comunidades), verdaderos dueños de estas tierras que por mandato del artículo 75 inciso 17de la Constitución Argentina. Ese mismo articulo, garantiza la participación de nuestro lof en el manejo de los recursos naturales. Nuevamente, como en el siglo pasado se nos ignora a pesar de nuestro claro y expreso derechos constitucionales .

Asimismo, la República Argentina suscribió el Convenio Nº 169 sobre Pueblos indígenas y tribales en Países Independiente (ley N°169) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países Independiente (Ley N 24º71), que por su calidad de tratado internacional se encuentra por encima de la ley interna y en especial de las leyes que regulan la actividad minera.

Este importante convenio, garantiza a nuestro Pueblo Mapuche, su derecho a la tierra y territorio, entendido esto como su hábitat y como todas aquellas tierras que usamos para nuestras actividades tradicionales de subsistencia. Esas tierras, en forma totalmente ilegal y contraria al derecho Internacional, serán contaminadas con cianuro, produciendo un daño irreparable a nuestra gente y en especial a nuestro niño.

Convocamos a la conciencia humana de los trabajadores de prensa a que formen parte de esta defensa del pueblo mapuche y de los intereses de todo el pueblo patagónico.

Por ellos es que llamamos al pueblo argentino a manifestar su no al remate de la Patagonia y a la contaminación, y un rotundo sí a la vida, al derecho de todos a transitar y disfrutar libremente de nuestro territorio.


Mesa de Trabajo de los Pueblos Indígenas de Argentina




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